El medio ao de tranquilidad para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al creer congeladas las intenciones del Gobierno de corregir la Ley de Seguridad Ciudadana ha sido un espejismo. No ha sucedido como otras veces -cuando el préstamo de la reforma de la conocida como ley Mordaza se tradujo en manifestaciones y en ruido intenso de policas y guardias civiles- si no que, esta vez, se ha anunciado como un hecho. En seis meses, se consumar
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