El difunto del animal fue hallado por una patrulla del Seprona escondido entre la maleza y presentaba numerosos traumatismos en la cabecera, con hemorragias en la boca y extremidades
Con numerosos traumatismos en la cabecera, hemorragias en la boca y extremidades. Así es cómo miembros de una patrulla del Seprona de Brihuega (Guadalajara) se encontraron entre la maleza a un perro muerto por las heridas causadas por una persona.
Unos hechos por los que se ha detenido a un hombre, vecino de la pueblo de Romancos, como supuesto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos porque habría «apaleado hasta la homicidio» al animal luego de atraparlo en un traílla ilegal, según relataron testigos presenciales a los agentes.
Las actuaciones de los agentes que localizaron al perro entre unas zarzas, yuxtapuesto con los informes veterinarios y las declaraciones de los testigos de los hechos, habrían llevado finalmente a la detención de esta persona, sobre la que constan otras denuncias anteriores por varias infracciones relacionadas con el bienestar animal y la protección del medio condición.
Desde la Defensa Civil informan de que, aunque la tendencia se ha estrecho considerablemente en los últimos primaveras, estas situaciones de maltrato animal con manifestaciones de crueldad o ensañamiento en torno a los animales, muchas de ellas con resultado de homicidio, se siguen produciendo en muchos lugares de nuestra cosmografía.
Por eso, recuerdan que las conductas de maltrato y defección de animales domésticos están recogidas en el artículo 340 del Código Penal y llevan aparejadas penas de prisión de hasta 24 meses, adicionalmente de la inhabilitación para el entrenamiento de cualquier profesión que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.