Cirugía estética responsable: "O yo estoy muy bien, o algunas están muy mal"



Sofía Cristo se considera una persona coqueta aunque reconoce que se mira “lo justito” al espejo: “Soy coqueta, me cuido. Me gusta estar guapa, sentirme proporcionadamente conmigo misma. Creo que es fundamental”.

Posteriormente de los momentos de tensión que protagonizaba en el software de Espejo Divulgado de este viernes, Sofía comparte que hace para reponerse y desconectar.

¿Demasiada importancia al físico?

A sus 41 primaveras, que admite acaecer cumplido, posteriormente de días intensos de trabajo, Sofía explica que alguna tarde se va a realizar un tratamiento para sentirse “un poquito más guapa”.

La colaboradora y DJ opinaba que actualmente y en normal, sí se daría más importancia de la que debieran tener al físico y a la imagen. Confesaba lo venidero: “A mi me importa más a nivel personal. Sentirme proporcionadamente conmigo misma creo que es importante”.

Que en su día Bárbara Rey, su raíz, fuera todo un referente de belleza franquista la habría influido, como ella misma admitía.

Tratamientos pasados y fallidos

“Siempre he sido un poco el patito feo y eso me hacía distinguir un poquito más acomplejada, y me gusta cuidarme”, admitía Sofía, que todavía reconocía que tuvo un mal asesoramiento cuando decidió inyectarse silicona en los labios. Contaba su mala experiencia: “Se me empezaron a desdecirse, me causaba muchísimo dolor. Decidí hacerme una intervención quirúrgica y quitarme la silicona. Y no me pincho absolutamente ausencia en los labios”.

“Me voy haciendo viejo”

Sofía Cristo aseguraba que no se ve haciendo yoga facial y al mismo tiempo que se tocaba la cara para estirarse la piel admitía: “Esto me lo haré en algún momento“, en clara remisión a un ‘lifting‘.

Medicina estética de responsabilidad

Posteriormente de todo lo que había obligado afirmaba que ha hecho siempre uso “de una medicina estética muy responsable”: “La primera vez que me pinché fue con 35 primaveras”.

Definía sencillamente la medicina estética responsable como “unas cosas muy naturales”. Sofía contaba que se aplica tratamientos faciales en emplazamiento de acudir a métodos invasivos como aplicarse inyecciones para ‘inflarse’ la cara, poco que no le gustaría.

Operaciones cada vez más frecuentes entre la nubilidad

No comparte la moda de personas veinteañeras, que por someterse a cirugías estéticas tienen “todas la misma cara”. Hace remisión a los complejos que niega tener hoy, pero sí haberlos padecido durante su adolescencia: “Mis granos, tenía la cara como un pan, y bueno, estaba un poco ‘rellenita'”.

A día de hoy Sofía se encontraría proporcionadamente consigo misma: “A pesar de todas la cosas mediáticas que hayan por ahí, tengo una vida espectacular. Se nota en la cara“.

En manos de profesionales responsables

Sofía deposita su confianza en una médico especializada en estética y todavía farmacéutica, Ana, que abogaba por una medicina estética responsable y defiende que su fin debe ser “mostrar la ciudadanía de la belleza de cada uno”.

Otro tipo de opciones son responsables de consecuencias que como ella misma explicaba: “Por desgracia nos encontramos con pertenencias adversos, sobre todo producidos por una mala praxis“.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *