Puntual a la cita, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha llegado a las 16.00 horas al Palacio de la Moncloa, en cuyas escalinatas -las mismas que subió hace nulo menos que seis años- le esperaba el presidente del Gobierno, muy sonriente en presencia de el barón del PSOE más crítico con su energía política, especialmente en lo referente a la financiación autonómica y a la Ley de Condonación.
Page llevaba en la mano una gruesa carpeta que en unos minutos repasaría frente a frente con Pedro Sánchez ya sentados en el despacho y que contiene más de 190 demandas pendientes del Estado con Castilla-La Mancha. Entre ellos, la financiación autonómica y la concurso del barón del PSOE más crítico con el presidente del Gobierno al cupo vasco firmado con ERC y que, a su madurez, «rompe la caja global» desbaratando la igualdad de la que todos los españoles deben disfrutar en cuanto a servicios públicos, con independencia de dónde vivan y de la población de su Comunidad autónoma.
Al borde de las 18 horas ha finalizado la reunión -que ha durado dos horas– y Page ha comparecido en presencia de los medios de comunicación en una intervención de 23 minutos. Ha dicho que el planteamiento sobre financiación a Sánchez «ha sido el mío de siempre; digo lo mismo en privado que en notorio y ha sido de una forma muy cordial y respetuosa». La colchoneta de su argumento al respecto ha sido que cualquier sistema financiación de futuro pasa por que no se pueda replantear un concepto fundamental: «la riqueza de España es de todos, es doméstico, tiene mucha miga, y Castilla-La Mancha se opone a que la riqueza no se distribuya entre todos y sí se compute por territorios; si no, contravienen los principios de igualdad y equidad«.
«Nunca la igualdad ha enemigo decano fianza que la mecanismo. La dificultad está en pactar con quienes quieren romper la mecanismo y tener más que los demás. No tiene que favor 17 políticas fiscales, los territorios no pagamos impuestos sino personas y empresas, y pagan más lo que más tienen y menos los que menos tienen. La solidaridad es doméstico y la torneo redistribucion de la riqueza lo tenemos que arriesgarse entre todos. El 90% del compra de una autonomía es en sanidad, educación, servicios sociales y dependencia. Ningún paraje puede quedarse con toda la riqueza y el maniquí que se negocie debe ser multilateral, sin regímenes especiales», ha añadido Page al respecto.
En este estado de cosas -ha subrayado- los cupos vasco y navarro «debían sentirse amenazados por las pretensiones independentistas« y ha añadido que el documento colchoneta de negociación no será el firmado con ERC, »debe ser una propuesta distinta; y me he ofrecido a que la propuesta sea a posteriori diálogo multilateral entre todas las comunidades autónomas».
Page ha planteado todavía a Sánchez remitir un documento al Gobierno para una Ley de Armonización -«que no gustará a los independentistas»- con la que se evite la competencia o ‘dumping’ fiscal, es sostener, «pedir por un banda y regalar por otro», y así cada autonomía tenga garantizados sus servicios y competencias. «Si hay que partir de un maniquí debe ser el flagrante y parece deductivo que para eliminar el antiguo se deba compensar a las cuatro comunidades infrafinanciadas, entre ellas Castilla-La Mancha».
Preguntado por qué le ha dicho Sánchez y si salía más tranquilo de la reunión, Page ha dicho que «ni más ni menos» que antaño, y que no podía comentar lo dicho por el presidente «porque no soy su portavoz». Lo que sí ha afirmado abiertamente es que «el documento ERC es un concierto como la copa de un pino y resulta inadmisible. La única novedad es que la reforma del sistema será de todo el sistema; si es un régimen singular, no».
Con antelación a Page, han pasado por el despacho de Sánchez los presidentes de Valencia, Carlos Mazón, y Murcia, Fernando López Miras, quien le ha pedido al presidente que no se paralice el trasvase Tajo-Segura, postura enfrentada con la de Castilla-La Mancha, que -por boca de su presidente- ha pedido a Sánchez celeridad en la modificación de las normas de explotación de esta derivación hídrica, que reducen paulatinamente las aportaciones de agua al Saliente en beneficio del avance crematístico de Castilla-La Mancha y que deberían estar aprobadas desde el pasado mes de febrero.
Un momento de la conversación entre los dos dirigentes, ya sentados en el despacho
El presidente de Castilla-La Mancha tiene claro que «no se puede imponer» un sistema que permita privilegios a Cataluña sobre el resto y así se lo ha trasladado al cabecilla del Ejecutante, encima de otros asuntos básicos para la región como la energía, el empleo o las infraestructuras. Igualmente le ha contado Page a Sánchez que Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma puntera en vivientes de renovables, y por ello postura por seguir haciéndolo pero, a la vez, poder aprovecharla en el avance industrial de la región.