Este martes, Felipe VI cierra la segunda ronda de contactos con los representantes de las formaciones parlamentarias con el propósito de designar un nuevo candidato a la investidura. Los focos están puestos en el líder socialista, Pedro Sánchez, que aspira a encabezar un nuevo Gobierno en coalición con Sumar durante los próximos cuatro años. Sin embargo, si fuera, como todo indica, el elegido, el Rey lo habría elegido sin tener la garantía de que, esta vez, la Cámara le otorgará su confianza.
Pedro Sánchez será el penúltimo visitante de La Zarzuela. Tras él, acudirá a la reunión con el Monarca el líder del partido más votado, Alberto Núñez Feijó, que fracasó el pasado viernes en su intento de convertirse en el nuevo presidente del Gobierno.
Al finalizar la vuelta, Felipe VI habrá recogido la opinión y el propósito del voto de siete formaciones parlamentarias. Otros cuatro -ERC, Junts, Bildu y BNG- han desdeñado, como es su costumbre, el diálogo con un jefe de Estado al que no reconocen.
Precisamente el voto de dos de estos partidos -ERC y Junts- es imprescindible para que prospere la eventual candidatura del socialista y ninguno de los dos, de momento, ha conseguido una votación para la que pusieron costosas condiciones.
A diferencia de ambos, la formación abertzale Sí ha anticipado su apuesta a favor de Pedro Sánchez, confiando en la formación de un Ejecutivo progresista que dé lugar a sus exigencias y sea un muro de contención contra el fascismo y la ultraderecha de PP y Vox.
Con estas medidas, el candidato socialista puede presentarse hoy ante el Monarca, avalándole con 158 votos, 121 de su grupo parlamentario, 31 de Sumar y seis de EHBildu. Esta cifra está lejos del listón de los 176 escaños que marcan la mayoría absoluta y los 172 que logró Feijó.
En este nuevo tiempo, tras el fracaso del popular, hay muchos que se prestan a hacer trampas para subir su precio haciéndose valer. Así, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, afirmó tras su reunión con el Monarca que todavía está lejos de alcanzar un acuerdo con los socialistas sobre la futura formación de Gobierno. Díaz no dio una respuesta clara cuando le preguntaron por el sentido de su voto durante el proceso de investidura pero, pese a la incertidumbre que intentó sembrar, nadie duda de que su grupo parlamentario dará un sí a la aspiración de Sánchez. .
Los 20 apoyos restantes que permitieron al líder socialista elevar al expresidente de Baleares al primer escaño del Congreso, Francina Armengol, siguen en el limbo, a la espera de que su presión al PSOE dé frutos. Éstas son las posiciones presuntas, pero no confirmadas, de las dos formaciones secesionistas catalanas y de los nacionalistas vascos y gallegos.
El PNV, fuerza que cuenta con cinco diputados en el Congreso, participó ayer en la vuelta convocada por Felipe VI pero su portavoz, Aitor Esteban, optó por no desvelar el sentido de su voto. Se da por seguro que los nacionalistas vascos, que votaron el pasado viernes contra Feijóo, apoyarán a Sánchez, aunque hasta último momento prefieren, como Yolanda Díaz, dar alas a lo desconocido. El PNV históricamente sólo ha apoyado tres investiduras, aunque una vez formados los respectivos gobiernos ha apoyado a unas u otras, independientemente de su ideología, siempre en función de sus intereses partidistas.
Este lunes, el lehendakari igo urkullu Recordó a Sánchez desde los micrófonos de la Cadena Ser que si finalmente es investido asumirá un mandato en el que necesitará todos los votos en todo momento, por lo que es, a su juicio, absolutamente necesario sentar las bases para un acuerdo político. claro, verificable, alcanzable y con compromiso de tu parte.
Urkullu, además, en un intento de reconducir el malestar que dejaron en su partido las duras palabras de Feijó en el debate de investidura, aseguró que mantendrá una buena relación institucional con el líder del PP. El popular Recogieron el desafío de estas palabras y, a través de su coordinador general, Elas BendodoDestacaron la buena relación y sintonía personal entre Feijó y Urkullu y asumieron que las relaciones con el PNV seguirán siendo cordiales.
El líder de Vox, Santiago Abascal, confirmó a Felipe VI lo que ya se sabía: su rotundo no a Sánchez en todas las circunstancias. Para Abascal no hay duda de que el golpe de Estado que se perpetró desde Cataluña en 2017 empieza ahora a prepararse desde el palacio de la Moncloa. Considera inaceptable un Gobierno que se apoya en los golpistas y los enemigos de la convivencia.
En su posterior encuentro con la prensa aprovechó para llamar a la ciudadanía a movilizarse, algo que su partido pretende incentivar de forma permanente. También aseguró que estaría dispuesto a luchar en los tribunales, en las calles y en las instituciones con todas las consecuencias ante la previsible ley de amnistía y el hipotético reconocimiento del derecho a la autodeterminación.
UPN, con asiento en la Cámara, también ha trasladado al Rey su negativa a apoyar a Sánchez. Javier Esparzasu líder, explicó a Felipe VI la negativa categórica de su partido a apoyar una investidura que suponga la legitimación del prófugo Puigdemont y de los condenados, y luego indultados, Junqueras.
Para el político navarro, la propuesta de Sánchez incluye los nombres de dos personas cuyo objetivo final es el desmembramiento del Estado en dos fases: primero, con la aprobación de una amnistía que borre los crímenes cometidos durante la proceso y, posteriormente, con la autorización para celebrar un referéndum vinculante de independencia en Cataluña.
Asimismo, Coalición Canaria se inclina por el no, dado que nadie del PSOE se ha puesto en contacto con ellos para negociar su apoyo o explicarles los planes de Sánchez. Su adjunto, Cristina ValidoSugirió que el silencio socialista podría significar que ya hay un acuerdo con el independentismo y éste tiene todos sus votos.