La Fonda Milagros fue lugar de encuentro de la comunidad iberoamericana, profundamente afectada: “Allí hemos estado todos, nos ha acogido desde que llegamos”
48 horas después del incendio en las discotecas de la zona de ocio de Las torres de vigilancia que cobró la vida de 13 personas, la consternación y el dolor se han apoderado de los vecinos de Murcia. A lo largo del lunes, familiares y amigos de la comunidad latina residente en la capital autónoma acudieron al polígono industrial para presentar sus condolencias y demostrar su unidad.
Eran alrededor de las cinco de la tarde, bajo el fuerte sol murciano, cuando miembros de Colombianos Unidos -un grupo de casi 200 colombianos residentes en Murcia- frente al Palacio de Deportes, que el domingo el Ayuntamiento habilitó para ofrecer asistencia psicológica a los familiares de los desaparecidos. En sus manos portaban globos blancos y en sus camisetas, cintas negras, distribuidas alrededor paulina carrillorepresentante del grupo.
Estamos en shock. No hemos podido procesar lo sucedido, dijo a este diario. Para Paulina y la mayoría de los asistentes al mitin, la Fonda no era sólo un lugar para divertirse, sino un pedacito de su casa, de su país. Conocemos al dueño, a los trabajadores, a algunos de los desaparecidos… Todos hemos pasado por Milagros, que nos ha acogido desde el día que llegamos aquí. Por eso estamos aquí, para unirnos como hermanos. Venimos a apoyar a los seres queridos de las víctimas y a apoyarlos en su dolor, añadió.
La solidaridad fue un sentimiento compartido entre los asistentes. Estamos todos unidos para apoyar a quienes más lo necesitan, aunque sean de otro país. Las banderas aquí no importan, explicó. sandra, otro asistente. Somos inmigrantes. Venimos aquí sin nuestras familias. Cuando ocurre una tragedia como ésta, todo es más difícil. Por eso es muy importante que seamos fuertes y que le demos ese apoyo no sólo al pueblo colombiano, sino también al pueblo nicaragüense y ecuatoriano, concluyó.
Todos se pararon juntos en las escaleras de la entrada del pabellón frente a las banderas de sus respectivos países mientras Paulina y VivianaEl organizador del evento, dirigió una oración después de guardar un minuto de silencio.
Sofá, un nicaragüense de unos 50 años, lleva media década en la capital murciana. Aunque no conocía personalmente a la familia de su compatriota, Eric Torres, destacó que era su deber venir al mitin. Como cristiana y evangélica, como hija de Dios, es mi deber estar aquí para apoyar a los familiares que han perdido a sus seres queridos, o que no los encuentran, explicó.
Antes de regresar a sus casas, el centenar de asistentes se desplazaron hasta la calle Isla Cristina para agradecer a los medios de comunicación su labor en la búsqueda de la verdad sobre lo sucedido y apoyar a la comunidad murciana en estos difíciles días. Poco a poco, los familiares comenzaron a encender velas y dejarlas en el suelo junto con la bandera de Colombia a media asta para crear una especie de altar improvisado y rendir homenaje a las víctimas.
Unas horas antes, Omar Muriels Se dirigió al polígono industrial en busca de información sobre lo ocurrido la noche del accidente en el que sus amigos tania y John, dos de los invitados a la fiesta de cumpleaños del nicaragüense Eric Torres, desaparecieron. Cuando me desperté el domingo y me enteré de la tragedia, me comuniqué con algunas de las personas que se encontraban en la zona. El incendio se inició en el Teatre y el humo entró en La Fonda por los conductos de aire y la gente ya no tuvo tiempo para nada, explicó a los medios. Tania trabajaba en un restaurante y John era albañil. Eran fiesteros, como todos, pasaban mucho por esta zona, añadió.
Para Osneider Reyes Fue la primera vez que visitó la Fonda Milagros con su prima Yosi Esteban Reyes, otro de los desaparecidos, de origen colombiano. Alrededor de las cinco de la mañana decidió irse porque tenía mucho sueño. Yosi se ofreció a llevarlo a su casa y luego regresó a la tienda. En declaraciones a EL MUNDO, el joven explicó que no vio bengalas ni le pareció que sucediera algo extraño en el local. La madre de Yosi, Dubíscomo la tía de Eric, Miriam Montealegrese acercó a Las Atalayas con una foto de su hijo en su celular con la esperanza de encontrar alguna información sobre lo sucedido.
Otras localidades murcianas también están de luto. El tractorista de Caravaca, Jorge Enrique Batioja38 años, y su pareja. Rosa María Rosero, de 32 años, deja huérfanos a tres hijos menores, de cuatro, nueve y unos 16 años. El alcalde de Caravaca, José Francisco García., explicó que una de las prioridades es el cuidado de los niños, así como la repatriación de uno de los fallecidos. El hijo y la hija más pequeños estudian en el CEIP La Santa Cruz y el mayor en el IES Ginebras Pérez Chirinos. Ambos centros cuentan con un protocolo de duelo activo, y ayer tenía prevista la visita del equipo del Observatorio de Convivencia del Ministerio de Educación para mantener un encuentro con los docentes de los jóvenes. Según fuentes del Ayuntamiento de Murcia, Rosa participó en un plan de Empleo que justo ayer cerraba.
El pueblo también lamentó la muerte de los novios que viajaban en el auto con Jorge y Rosa, Kevin Alejandro Gómez y Leidy PaolaCinturón, quien le envió a su madre, antes de morir, el desgarrador audio conocido en los últimos días. en la puerta de Hotel Cataluña, su padre esperaba nervioso recibir una llamada de las autoridades para ir a identificar los cuerpos de su hija y su pareja. Estamos fuera de nosotros mismos. No podemos imaginar lo que ha pasado, se lamentó al borde del llanto: Nuestro mundo se ha derrumbado.