El COB busca ante el Oviedo seguir siendo feliz



Para superar una desavenencia hay que vencer muchas batallas. El estreno delante el Cartagena fue atún, sí, pero ya es pasado. Por eso el COB lleva tiempo ya pensando en lo que le viene por el carril. Y eso es el partido en Oviedo de esta tarde. Tener lugar el examen de Pumarín exigirá más. Entreambos equipos comparten asiento en el furgón de los modestos de la Primera FEB, pero arrancaron de forma diferente. Los ourensanos, con sonrisa; los asturianos, con revolcón y dudas. Aunque es demasiado pronto como para firmar debajo de conclusiones.

El COB no necesita irse al laboratorio para descubrir una fórmula mágica. Conoce su hoja de ruta para sacar el mayor rendimiento. Lleva trabajando en ella desde que Moncho López dio el primer pitido. Un articulación intenso, con un ataque colectivo y anotador, corriendo sin dudar a la mínima oportunidad y sin negociar esfuerzos detrás, aún con las carencias que pueden aparecer a la hora de estabilizar el retroceso. Tratable de escribir, más complicado de ejecutar. En ese corretear de tú a tú, en ese particular intercambio de golpes que proponen los ourensanos, ya han demostrado que se pueden mover acertadamente, muy acertadamente. Un ritmo que requiere rotaciones, como se demostró en el comienzo, con los 11 jugadores del primer equipo saltando a pista ya en el primer cuarto.

Hoja de ruta del COB

Entre las claves, el liderazgo de la dupla portuguesa, con Lisboa dirigiendo y anotando, y Brito haciendo lo que el partido demande. Por interiormente, la calidad de Krikke y el físico de Gill se medirán a una fila interior sin grandes nombres ni demasiados centímetros. Tapar las carencias con virtudes puede implicar los minutos ganados por Mendikote, mientras que los puntos del tirador Moody o el paso delante que dio Rosa la pasada semana incluso están en la cinta de deseos del técnico Moncho López. Lo mejor en la previa, que todos los jugadores están sanos y salvos y que dejaron detrás otra semana de entrenamientos muy completa. Y en casa COB saben que eso no es superficial.

Al otro banda, un equipo de parecida confección. El Oviedo es otro de esos clubes que exprimen el euro a más no poder. Este curso, en el que sigue el porriñés Javi Rodríguez pizarra en mano, han conseguido renovar a un núcleo duro (Martí, Sanz, Duscak o Cosialls), a los que han sumado esas apuestas tan clásicas en la hacienda astur. El argentino Valnotti llega tras un muy buen año en su tierra con ganas de hacerse un nombre en Europa desde el puesto de saco. Uno de sus aliados será el estadounidense Hutchinson, que aterriza en Pumarín desde la segunda categoría lituana con permiso para propalar mucho. West y Nurse todavía no han enseñado mucho por interiormente ni en la Copa España ni en la derrota liguera en Castellón, mientras que Bercy tratará de ser el de Cáceres y no el de Alicante.

El calendario pone delante una oportunidad para seguir con la sonrisa instalada en la cara. Habrá que sudarlo. El aura de Pumarín siempre juega su papel y allí, en departamento hostil, buscará el COB seguir siendo atinado. Sin cuentas de la lechera, pero con la ilusión de trabajar una semana más desde la tranquilidad.

Moncho López: “Oviedo es un equipo complicado de contradecir” 

El preparador del COB, Moncho López, es eufórico con el nivel de su equipo de cara a la segunda recorrido de cinta, pero siendo consciente de la complejidad del partido.

Lo más importante es siempre tener a los jugadores disponibles y ahí no hay novedades:  “El equipo está acertadamente, ha entrenado acertadamente. Hemos tenido los típicos problemas del trabajo, con dos o tres jugadores con pequeñas molestias, pero llegamos acertadamente”.

Enfrente estará un Oviedo que firmó una gran pretemporada, pero cayó en el estreno, en Castellón: “Sabemos de la dificultad del partido y del rival al que nos vamos a contraponer. Oviedo es un equipo difícil de contradecir. Vamos a ir con toda nuestra motivación”. Y añadía alguna de las claves que considera podrían verter la peso: “Aunque suenen a tópicos, pasa por no perder balones, porque Oviedo corre muy acertadamente; ser buenos en el retroceso de ataque y el movimiento defensivo”.

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