El radón es un gas radiactivo que se libera de forma natural desde el subsuelo, especialmente en áreas donde predominan rocas graníticas. Aunque su presencia es invisible e inodora, sus bienes sobre la vigor pueden ser devastadores. Este gas, que emana del suelo y se filtra en el brisa que respiramos, se ha convertido en un delegado de aventura significativo para la vigor pública oportuno a su relación directa con el cáncer de pulmón.
La peligrosa mezcla del radón con el tabaco
El aventura de desarrollar cáncer de pulmón se dispara si una persona, adicionalmente de estar expuesta al radón, es fumadora. Según los expertos, la inhalación de partículas radiactivas del radón, adyacente con las sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco, genera un meta sinérgico que multiplica las probabilidades de daño pulmonar. “Si una persona fuma, la combinación nos hace mucho más vulnerables”, asegura el oncólogo Luís Bizarro, responsable de la sección de Investigación e Innovación del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
Los estudios indican que un fumador expuesto al radón tiene entre 10 y 20 veces más posibilidades de padecer cáncer de pulmón en comparación con un no fumador que esté en el mismo esfera.
Una amenaza silenciosa en el brisa
El radón se acumula fácilmente en espacios cerrados como viviendas, oficinas o escuelas, y, sobre todo, en sótanos o plantas bajas, donde tiende a concentrarse con viejo facilidad. Al inhalarlo, este gas radiactivo ingresa a los pulmones, y con el paso del tiempo puede dañar las células de las vías respiratorias.
La Estructura Mundial de la Sanidad (OMS) ha ducho que el radón es la segunda causa principal del cáncer de pulmón, solo superada por el tabaquismo. Su peligrosidad aumenta exponencialmente cuando se combina con el consumo de tabaco.
Territorios con más concentración
Desde algunos organismos, como el Consejo de Seguridad Nuclear se ha realizado un atlas de las concentraciones de radón en España. Y han determinado que las zonas con una elevada exposición al radón son Galicia – con las provincias de Ourense y Pontevedra a la vanguardia – el ideal de la Comunidad de Madrid – con niveles mayores en Villalba, Torrelodones y la Sierra de Guadarrama – y el ideal de Extremadura.
¿Qué puedo hacer para evitar la concentración de gas radón en mi vivienda?
El gas afecta más a los bajos y pisos inferiores de los edificios. “La mejor armamento para disminuir la exposición al gas es optimizar el revestimiento y la ventilación de nuestra vivienda”, nos explica el Dr. Luís Bizarro.
Lo ideal es cronometrar cual es la exposición al gas con un detector de radón, un pequeño maquinaria que se mantiene durante varias semanas o meses en la casa a estudio. A continuación, el detector se envía a un laboratorio especializado en interpretar los resultados, que emite un documentación sobre los niveles detectados.
Los expertos nos recuerdan la importancia de instalar uno de estos detectores en nuestra vivienda para tener toda la información sobre lo que respiramos y realizar en consecuencia. La prevención, una vez más, juega a nuestro gracia.
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