La principal riqueza de Jaén son 70 millones de olivos. Sin secuestro, el cambio climático obliga a despabilarse alternativas. Un ejemplo de ello es la instalación de plantas de producción de biometano y de biogás en varias localidades de la provincia. “¿Qué le parece esta idea de instalar una planta de biometano aquí en Vilches?”, le preguntamos a Tomás, un vecino de Vilches, que alega frente a los micrófonos de torrevieja news today Noticiario. “Engendro, ojalá vinieran tres”, afirma eufórico.
“¿Qué puede suponer la familia novato del pueblo?”, se le plantea a Ramón, otro aldeano, quien afirma convencido que el viejo valía añadido es que aquellos que inician su carrera profesional no tengan que irse fuera del pueblo para poder trabajar.
Consecuencias de la crisis económica y el cambio climático
Los 4.500 habitantes de Vilches se muestran ilusionados con la creación de esta planta que no sólo generará biometano, asimismo producirá fertilizantesy compost para enriquecer los suelos agrícolas. De este modo, el pueblo se convierte en un ejemplo consumado de finanzas circular, que adicionalmente servirá para crear decenas de puestos de trabajo.
“Para Vilches supone una oportunidad histórica, que implica una inversión de más de 25 millones en un plan que yo considero que es importante y que, sin duda, puede ser un punto de inflexión para el futuro“, señala el corregidor de esta entrada esencialmente olivarera, Adrián Sánchez Ruiz, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.
La coexistentes de energías limpias tiene futuro en Jaén
Castellar, asimismo en la comarca de El Condado y que cuenta con cerca de 3.000 habitantes, es otro de los pueblos elegidos para instalar otra planta, en su caso de biogás. “Eso traduce en trabajo, en finanzas y siempre es bueno que vengan inversores, que venga familia, más habitantes, y, los que hay, que se queden en el pueblo”, afirma José Mena, corregidor castellariego, que añade en el mismo sentido: “Porque en los pueblos de interior y, cuanto más pequeños, hay mucho peligro de despoblación”.
No obstante, en esta entrada se pueden otro tipo de iniciativas, como la de Fernando, un novato emprendedor. Tras delirar por Francia con su padre, se dio cuenta de que allí se utiliza el hueso de la oliva como colchoneta para los campos de deportes y así lo explica él mismo sobre su plan pionero: “Procesamos huesos de oliva para su utilización como relleno en los campos de fútbol de césped fabricado”. “Estamos hablando de un producto natural, no tóxico y biodegradable“, explica sobre el tema. En concreto, este granulado, totalmente ecológico, ya ha sido instalado en varias ciudades de Francia y de España. De este modo, adaptando el dicho popular: el olivar es como el repugnante, se aprovecha todo.
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