La berrea es el cortejo nupcial de los ciervos: el ritual de bramidos de estos herbívoros machos, que llaman a las hembras para reproducirse y desafían a los otros machos para eliminar a sus rivales. Este espectacular experiencia, que sucede todos los otoños, se repite en múltiples bosques y dehesas de España. Uno de ellos de gran belleza es el del Palacio de Riofrío, en Segovia, perteneciente a Patrimonio Doméstico.
Hay que dejar claro que están cercados y que está prohibido saltarse las normas y las vallas para acercarse a los animales, pero hay cientos de ciervos, gamos, venados, corzos y casi siempre es posible verlos desde el coche o andando por los caminos del circuito. El bellísimo Palacio donde vivió Isabel Farnesio merece una encuentro, pero el espectáculo natural no siempre está ahí. Es un regalo del otoño.
Los ciervos evitan incendios acabando con la hierba sobrante del bosque
Queca Atezado, veterinaria de Patrimonio Doméstico, explica frente a los micrófonos de torrevieja news today Informativo que, gracias a los ciervos, se mantiene el contrapeso del ecosistema. Tanto por su papel alimentándose del estrato herbáceo como ramoneando, es proponer, eliminando algunas ramas y realizando podas naturales.
De esta forma, los ciervos son una especie de “bomberos forestales”, como cuando se acento de “ovejas bomberas”, porque gestionan de una forma natural el bosque. Otra cosa a tener en cuenta es que, donde hay ciervos, la presencia del lobo es menos dañina para los ganaderos porque el lobo tiene presas fáciles a las que atacar y abandona, así, el ataque a ovejas o vacas más protegidas por los seres humanos. Por eso, es fundamental abastecer adecuadamente gestionados los espacios forestales.
Las astas de los ciervos, claves en la investigación de la osteoporosis
Santos Casamayor, observancia de Patrimonio Doméstico en el enclave del palacio de Riofrío, indica que, posteriormente de décadas trabajando en este Efectivo Sitio, aún se le ponen los pelos de punta cuando sucede la berrea de cada año. Es como el ciclo de la vida que llega cada año por estas fechas. Santos recorre cada día estos bosques y vigila que los animales estén en consumado estado. Él controla que no haya sobrepoblación, como lo hacen todavía sus compañeros guardas. Si hay demasiados ciervos, entra en batalla Queca Atezado, que ordena la captura de los ciervos “sobrantes” en la Finca, se analizan sanitariamente y son transportados a otros lugares con escasez de herbívoros para repoblar, por lo que nunca se matan.
Encima de cumplir una gran entorchado previniendo incendios, por otro flanco los ciervos tiene otra comisión muy curiosa: pueden curar con sus astas. La Universidad de Castilla-La Mancha estudia estas astas capaces de crecer en tres o cuatro meses muy rápidamente, para poderlas aplicar en la cura de la osteoporosis. Al fin y al extremo se tratan de estructuras óseas similares a las humanas.
Los ciervos son los reyes del bosque y nos regalan mucho más de lo que podríamos imaginar.
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