La cerámica de La Rambla supera la crisis y surge con la nobleza del antiguo oficio


El municipio de La Rambla está viviendo este fin de semana la estampación número 94 de su Feria de Alfarería y Cerámica, que comenzó a celebrarse en el año 1926. Se negociación de la cita más antigua de las que tienen ocasión en España centrada sólo en el ámbito ceramista.

Un total de dieciséis expositores se concentran en la plaza de los Trinitarios dónde viene celebrándose el evento en este nuevo formato que adoptó hace ya algunos abriles y que se lleva a angla bajo el nombre genérico de ‘Enbarro’. Allí se pueden recorrer de un vistazo sólo alguna de las 60 firmas empresariales que existen en el municipio.

Un sector que ahora vive un momento muy dulce y positivo luego de las sucesivas crisis que hicieron tambalear los cimientos de una de las principales fuentes de ingresos económicos para la población.

Hay que memorar que, en su momento más clave, se llegaron a contabilizar hasta 120 empresas que fueron desapareciendo o acertadamente por las crisis económicas, el paso de las modas o la errata de dimisión generacional.

Pero lo cierto es que las que han permanecido se están dando cuenta de que, tras la pandemia, ha vuelto con fuerza la moda por la cerámica y que el nombre de La Rambla ha recuperado un importante puesto en el escalafón de la alfarería.

Hay empresas con mucho renombre en los últimos tiempos como Ivanros, que recientemente ha ampliado de guisa considerable sus instalaciones. El presidente de la asociación de alfareros, Álvaro Montaño, considera que todas las empresas están mejorando resultados y que la comercialización de sus productos es fundamental.

Hitos como la décimo en un desfile internacional de Dior o las vajillas con Paco Morales han catapultado la repercusión

En torno a un 60 por ciento de la producción se comercializa fuera de España. Sobre todo en Estados Unidos y Europa. Aunque algunos llevan sus productos hasta Japón.

No junto a duda, según apuntan distintos ceramistas, que las sinergias que se han producido han sido alicientes de optimista importancia. Así, que la prestigiosa firma Dior contara con cerámica de la población en el desfile internacional que se realizó en la plaza de España de Sevilla o que restaurantes del nivel de Paco Morales pongan en sus mesas vajillas rambleñas son hitos que van haciendo que La Rambla sea cada vez más conocida y gane prestigio.


Vitrina en la Feria de Cerámica de La Rambla


Jesús Prieto

Precisamente Carmen del Río, de Cerámica San José, tiene muy claro que hay que seguir trabajando para que el nombre de la población aparezca como primera opción de calidad. En el mismo sentido se pronuncia Catalina Alcaide. Tienen claro que ha vuelto el estética por contar con productos únicos de plantación y vajillas y que, en los últimos abriles, está mejorando la calidad.

Licenciatura generacional

El dimisión generacional es uno de los problemas con los que se encuentran algunas empresas. Es mucho el esfuerzo que necesita un negocio de este tipo y, a veces, eso echa para antes a las nuevas generaciones. Cuando esto pasa la firma termina cerrando.

Pero lo cierto es que la cerámica ha aguantado y resurge con fuerza en un mundo que vuelve a mirar a este antiguo oficio. Encima haciendo que se den la mano utensilios tan tradicionales como el botijo o la recipiente de cuatro picos con los más novedosos y artísticos productos que aúnan la zarpa de la alfarería con la fuerza de sus diseños pictóricos.

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