«Estamos ante algo que va más allá de la maldad, es perversidad»


Tras casarse, Manuel y Piedad se trasladaron desde Valladolid a Barcelona, donde compraron un tierra y tuvieron a su único hijo, Fernando. Durante los últimos abriles, la vitalidad de ella se había deteriorado. Tras pasar un cáncer de mamá, le realizaron un trasplante de córnea y, en 2019, sufrió un ictus. Su marido, de 83 abriles, se encargaba de cuidarla. En marzo de aquel año, apareció en la puerta de su tierra de la calle Mosen Amadeu Ollé un comercial de productos sanitarios, Marcos F., que consiguió que el hombre confiase en él y cerró así varias ventas por unos cuantos miles de euros. Unos meses más tarde, la confusión del 24 al 25 de agosto, la Patrulla Urbana localizó los cuerpos sin vida de los octogenarios en el interior del inmueble.

Varios vecinos habían alertado a Emergencias por el válido hedor que provenía de la vivienda, un sexto tierra. Los forenses certificaron que los habían matado de una decena de puñaladas, unos cuantos días ayer, entre el 16 y el 19 de ese mes, una estimación por el estado de descomposición de los cuerpos. «Estamos delante poco que va más allá de la maldad, es perversidad», ha agudo este lunes el fiscal Félix Martín, durante el primer día de razón. El pronunciado, para el que pide prisión permanente revisable por cada uno de los asesinatos con enseñamiento y infidelidad, es Marcos F., el comercial que, encima de estafar a los ancianos, les robó y habría consumido con su vida para evitar ser descubierto. Y es que sobre él ya pesaba una condena de 2017 de 21 meses de prisión, todavía por estafa.

El crimen fue, según ha apuntando el representante del Profesión notorio, «un acto planificado y terrible», a posteriori de que Manuel descubriese que el individuo había tratado de realizar varias extracciones de efectivo con su maleable. Primero, en una oficina del Santander próxima al domicilio del bodorrio. Dos intentos, por valía de 600 euros. No sabía la esencia, así que no pudo e intentó lo propio en otra oficina de Caixabank en Sant Boi, donde sucedió lo mismo.

El tira alertó a Manuel y éste la dio de depreciación. Tanto él como su mujer habrían recriminado al comercial lo ocurrido, ya que éste se había llevado con anticipación su maleable y encima tenía golpe a sus datos bancarios por las ventas que había efectuado. Habría sido este el motivo por el que, para evitar ser descubierto, los habría matado. Tras ello, sustrajo varias joyas del tierra. Algunas incluso grabadas con las fechas de principio del hijo de las víctimas y de la propia Piedad, que empeñó tras el crimen. Las primeras, el 17 de agosto, según ha apuntando la abogada de la incriminación particular, Lourdes Sánchez.

En esta primera sesión del razón en la Audiencia Provincial, el fiscal ha innovador al tribunal del cuerpo que, durante los próximos días, verán que existió ensañamiento, entre otros, porque el individuo, mató a la pareja, «uno delante del otro», aumentando así su sufrimiento. Incluso ha explicado que el descomposición del teléfono móvil del pronunciado, como si fuera un «protonotario», permitirá relacionarle con el doble crimen. Entre otros, por una consulta en Google Maps del 16 de agosto.

Fue tras 18 meses de pesquisas, el 16 de febrero, cuando los Mossos d’Esquadra detuvieron al sospechoso que, en aquel instante, ingirió una pastilla para tratar de quitarse la vida. No lo consiguió. El curia de instrucción decretó su ingreso en prisión provisional, y ahora se enfrenta a la pena máxima.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *