El candidato socialista inicia mañana reuniones con Yolanda Díaz. También se sentará con los representantes en el Congreso de Bildu y Junts.
Es la pestaña de palabras. No digas. No se menciona, a pesar de que es el elefante en la habitación. Un elefante que se hace cada vez más grande, apoderándose del escenario. Pero Pedro Sánchez lo evita. Él la rechaza. Ni siquiera ahora que ya ha sido propuesto por el Rey como candidato a la investidura. Y aunque prometió que en ese momento hablaría “con total franqueza, con total transparencia”. El ya candidato no lo menciona a pesar de que todo gira en torno a la amnistía. Prefiere utilizar la dialéctica, el eufemismo. Promete “generosidad” y “política” para superar el “problema” catalán.
Los contorsionismos de Sánchez son cada vez más complejos. Todo el mundo habla de amnistía, se está negociando una fórmula para la amnistía, pero públicamente ese concepto no existe. Pero la evidencia es clara. Incluso para el propio subconsciente de Sánchez. “Incluso el Tribunal Constitucional tendrá que pronunciarse”, afirmó aquí, sin eufemismos, preguntado expresamente por la situación de las negociaciones sobre la amnistía con los independentistas catalanes.
La meta volante para dar explicaciones sobre la “fórmula” de la amnistía va cambiando de kilómetros. Hace unas semanas, desde Nueva York, Sánchez indicó que “podría ser designado candidato”. Ahora espera cuando haya un acuerdo con los nacionalistas. Si hay firma se dará a conocer el acuerdo. Si no, ni siquiera. Pero el corsé que se autoajustan los socialistas ofrece pistas.
“He dado pasos decisivos hacia la convivencia y la concordia. Las tensiones territoriales han retrocedido y España está más unida que en 2018. Mi propósito es seguir esa hoja de ruta de convivencia y concordia”, explicó el líder socialista, cuyo acto continuará define: ” Nuestro marco será, como siempre ha sido, la Constitución”. Eso sí, al ser consultado por los periodistas sobre el contenido de la negociación, admitió: “Aunque las conversaciones tienen que ser discretas, los acuerdos serán transparentes y conocidos. Tienen que ser avalados por el poder legislativo. Incluso el Tribunal Constitucional estará responsable. para pronunciar.”
Más pistas de que aunque no se mencione, la amnistía corre por la columna vertebral de la posible investidura de Sánchez. El ya candidato a la investidura ha rechazado explícita y contundentemente la celebración de un referéndum. Contundencia que no se ha expresado sobre la amnistía. “El referéndum es contrario a lo que siempre he defendido. Además de no estar incluido en la Constitución, lo que los catalanes quieren es pasar página y provocar un reencuentro entre los catalanes y entre los catalanes y la sociedad española. Y ahí es donde nos encontramos nosotros mismos. “Vamos a movernos”. No sólo por una exigencia constitucional, sino por una convicción política.”
Sánchez ya es candidato a la investidura. Apareció en La Moncloa después de que Alberto Núñez Feijóo y Francina Armengol, presidenta del Congreso, comparecieran en el Congreso, pese a que él fue a ver al Rey antes que el líder del PP. Esperé hasta que todo fuera oficial para irme. Pero no reveló ninguna fecha. No dio pistas sobre cuándo quiere que sea su sesión de investidura. “Me gustaría que esto sucediera lo antes posible, pero las negociaciones no van a ser fáciles”.
Sánchez se reunirá con Junts y Bildu
En el PSOE y el Gobierno quisieran que fuera en octubre, antes de la jura de la Constitución, el 31 de octubre, por la princesa Leonor. Pero admiten que ella “depende de los demás”. Eso sí, lo que sí quiere transmitir Sánchez es más agilidad y acción que Feijo. Contrasta la urgencia con el hecho de que Feijó pidió un mes. Por lo pronto, este martes se reunirá en el Congreso con Yolanda Díaz, líder de Sumar.
El candidato socialista tiene previsto reunirse en el Congreso en las próximas semanas, porque dice que es el lugar adecuado, con todos los grupos menos Vox. Es decir, sentarse, por ejemplo, con los representantes de Bildu y Junts. El planteamiento es que las reuniones las lidere Sánchez pero que sean con los grupos parlamentarios. De esta forma, evita la foto con Carles Puigdemont u Oriol Junqueras. Por ahora. S prevé reunirse con Feijó, pero no pedirle votación al PP.
“Lo considero fuera de lugar conociendo las posiciones políticas y las alianzas políticas y territoriales que están haciendo el PP y Feijó”, ha apuntado en referencia a los pactos con Vox. Pediré, una vez más, al líder del PP que aborde la renovación del Consejo General del Poder Judicial, cuyo mandato lleva expirado 5 años.