El presidente andaluz, Juanma Moreno, y la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se enfrentan a las puertas de aprobar la ley de regadíos
Apenas unas horas antes de que la Mesa del Parlamento fije la fecha para la aprobación definitiva de la polémica ley de regadíos de Doana, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, se verán las caras en el última oportunidad que las dos administraciones, la autonómica y la central, están dadas a poner fin (o, al menos, pactar una tregua) a la guerra que mantienen con la preservación del parque nacional como argumento.
Aunque, inicialmente, se esperaba que el proyecto de ley apoyado tanto por el PP como por Vox fuera aprobado la semana pasada en la Cámara regional, una cambio de ultima hora -uno más- aplazó la votación en el pleno y su posterior entrada en vigor. La idea, ahora y mientras no se diga lo contrario, es incluirlo este miércoles en el orden del día del próximo pleno del Parlamento, que se celebrará la próxima semana, una vez finalizado el trámite con mínimas modificaciones al texto original por parte del PP y sin que ni el PSOE ni Por Andalucía accedan a presentar enmiendas a una norma que quieren ver en el cubo de la basura.
Es lo mismo que también quiere y lleva exigiendo la vicepresidenta tercera del ejecutivo a la Junta de Andalucía desde la primera vez que se propuso la regularización del regadío en la zona de Doana, en el Condado de Huelva, y ella Se lo volverá a exigir a Moreno en la reunión que ambos sostendrán en el Palacio de San Telmo a las 4:30 pm
Según la versión oficial, se trata de un reunión “ordinaria” entre el presidente de la Junta y el vicepresidente tercero en funciones, aunque los dos gobiernos ni siquiera han llegado a un acuerdo a la hora de informar al respecto. Mientras el Ministerio de Transición Ecológica lo incluyó ayer en la agenda oficial de la ministra, en San Telmo ni siquiera lo contemplan… oficialmente. Ni está en la agenda de Moreno ni se ha convocado a los medios, al menos de momento, al finalizar la reunión.
De hecho, el hecho de que Transición Ecológica anunciara ayer la reunión y facilitara información al respecto ha provocado malestar en la Junta de Andalucía.
Fuentes de este ministerio aseguran que los temas que se tratarán son variados e incluyen todos los que son competencia de Ribera y Moreno, aunque admiten que Doana y el Choque por la ley de riego Será el eje central.
Habría sido el Gobierno central el que, según fuentes del ejecutivo regional, llamó a la puerta de la Junta para celebrar una reunión que, hasta hace muy poco, estaba supeditada a la retirada de la ley como tal. condición previa. Fue la semana pasada, después de que se aplazara la votación de la ley, cuando se recibió en San Telmo la llamada de Madrid, aunque la Junta niega que ese retraso tuviera relación con esta reunión.
Lo que se pidió al Ministerio de Transición Ecológica para hablar de Doana es que, previamente, se sentaran con los agricultores para conocer su postura y sus problemas. primera manoalgo que hubiera sucedido esta mañana.
El Ejecutivo de Moreno, subrayan estas fuentes, está dispuesto a abordar otras soluciones para el problema de los agricultores de los alrededores de Doana, siempre y cuando cuenten con su apoyo.
El portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, ha confirmado que fue el ministro quien se puso en contacto con el presidente andaluz y destacó que ha habido “un cambio de posición” por el Gobierno y que están dispuestos a dialogar “hasta el agotamiento”.
Tarjetas y ataques cruzados
Esta reunión se produce después de una intercambio de cartas en medio de críticas y denuncias públicas de ambos lados. El pasado mes de junio, el presidente andaluz envió una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exigiéndole que cese la “campaña de acoso” contra los fresadores onubenses y ofreciéndole abrir “un proceso de colaboración entre ambas administraciones para encontrar soluciones”. que hacen compatible la viabilidad del sector con la protección de Doana”.
Unos meses antes, en abril, fue el vicepresidente tercero quien escribió a Moreno “duramente” advirtiéndole de las consecuencias de la aprobación de la ley de riegos y instándole también a buscar “un espacio de entendimiento lo antes posible”.
La historia de esta ley es una historia llena de aceleraciones y frenadas. Desde que el PP, siempre con el apoyo de Vox, puso sobre la mesa la necesidad de ampliar la superficie de regadío en la llamada Corona Norte de Doana para corregir una “injusticia” que, a su juicio, se cometió con los agricultores de la zona con motivo del plan que se aprobó en 2014 para la gestión de la zona. De eso hace casi dos años porque la primera iniciativa que se presentó en el Parlamento quedó frenada por la convocatoria de elecciones autonómicas en 2022.
Tras iniciar la nueva legislatura, PP y Vox volvieron a presentar la iniciativa como proyecto de ley y se ha producido su tramitación diferentes ritmosaunque desde las filas populares siempre han negado cualquier intención política o partidista.
La última aceleración, previa a la desaceleración de la semana pasada, se produjo a mediados de septiembre. Apenas 24 horas después de que Moreno anunciara la compra de la finca Veta La Palma, el PP reactivó la factura del regadío que, según estimaciones del propio presidente de la Junta, supondrá pasar del secano al regadío unas 700 hectáreas en la corona norte de Doana.
Su aprobación iba a coincidir con la fallida investidura de Alberto Núñez Feijó, pero a última hora el PP decidió que esperaría un par de semanas más.