El COB lleva dos jornadas comandando la aleación y recibiendo elogios por el engranaje que practica. Mucho mérito para un tesina que no está en el automóvil de los “más pudientes” y siquiera en el futuro escalafón en ese mismo ránking.
El crecimiento de la aleación es indiscutible y la esencia, como en cualquier deporte, tiene que ver con el poderío financiero de los clubes. El COB está rodeado de equipos históricos y de otros que apuestan con fuerza para montar a la élite o para retornar a ella. Y lo hace sin patrocinador principal que de nombre al equipo. Echando un vistazo a la categoría solo el Palencia, el Castellón y el propio COB tiene el “naming” habitable. El líder de la Primera FEB no tiene nombre.
Desde la marcha de Congregación Hereda, hace tres temporadas, el COB sigue sin encontrar ese “impulso”, pero no hay mejor altavoz para reclamarlo que ingresar partidos. Seguro que el club aprovecha estas semanas para intensificar gestiones o intentar rasgar nuevas puertas que acaben con la retraso. Sin duda, encontrar un patrocinador principal sería el reconocimiento definitivo a un tesina que está dando muchos otros pasos delante.