Los ourensanos compran el triple de coches de más de 10 años que a estrenar



El envejecimiento del parque móvil ourensano parece no encontrar decisión a corto plazo. Las cifras de ventas indican que el conductor de la provincia no solo prefiere un coche de segunda mano frente al transporte nuevo, sino que encima lo prefiere con al menos una división de decadencia. Así lo indican las estadísticas de un flamante estudio realizado por Solera, empresa que asesora a talleres de reparación, quienes contabilizaron entre enero y agosto de 2024 un total de 8.423 ventas de coches de segunda mano, frente a las 2.075 personas que compraron un coche nuevo. Y adentro de estas cifras, hubo 5.840 ventas de coches que tenían más de diez abriles, lo que significa que por cada coche nuevo que se ha matriculado en la provincia durante lo que llevamos de año se vendieron 2,81 coches de una división de decadencia, que ahora mismo representarían en torno al 78% del parque móvil ourensano.  

“Es un número malo”, comenta César Fernández Mosquera, vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Ourense (Acauto). “Los coches que más se vendieron de enero a agosto son coches de más de 10 abriles, cuando lo que habría que intentar es entregar coches de menos de 5 abriles, que tienen más principios de seguridad y mejores pegatinas ambientales”, continúa Fernández Mosquera.  “Que se vendan estos coches significa que la muchedumbre está buscando precio. Si vas a un coche de 10 abriles es que no va a ser el coche principal de la casa, o que lo estás buscando por privación”, ilustra el vicepresidente de Acauto, quien sitúa las ventas de vehículos usados para “los que están buscando calidad-precio. Y quienes buscan coche usado, miran sobre todo el precio”.

Mejor en concesionario

Estos datos contabilizan las ventas en concesionarios, y no tienen en cuenta las ventas entre particulares, donde un coche “puede favor tenido tres o cuatro propietarios anteriores”, asegura Fernández Mosquera.  “Cuando vienen a mi concesionario a por un coche de estas características, preguntan por un transporte diésel, que consuma poco, que no haya tenido golpes, y que podamos retener su procedencia”, enumera el vicepresidente de Acauto, que añade que todavía piden  “que no haya sido usado para hacer carreras  o algún otro mal uso”. Otra de las garantías es la trazabilidad de los propietarios anteriores. “Da una cierta seguridad el retener quién entregó el coche”, explica Fernández, “da mucha más seguridad que la liquidación entre particulares, que no da garantías. En los concesionarios damos imperceptible un año de aval, y algunos más”. 

 El vicepresidente de Acauto recomienda “los coches de 4-5 abriles. Tienen menos kilómetros y dan menos problemas.”, encontrándose ahora entre los 9.000 y 12.000 euros de precio.

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