Las leyendas son parte crucial de la esencia de una región o pueblo. Los vecinos de muchas zonas han nacido y crecido escuchando historias que, en muchas ocasiones, han sido el conexión para tejer un carácter único. Por otra parte, con el paso de los siglos, estos mitos han arruinado convirtiéndose en protagonistas de la civilización y el folklore nave. Cataluña tiene muchos ejemplos de ello.
Y es que, estén solo en el imaginario o cuenten con pruebas fehacientes, en las cuatro provincias catalanas existen múltiples leyendas populares. La más conocida es seguramente la de Sant Jordi, que protagoniza el que es el día más atún del año en toda la región. El ‘tió’, ‘l’home dels Nassos’ o la ‘vella Quaresma’ son solo otros ejemplos.
Existen muchos otros mitos y uno de los que sorprende más con toda seguridad es el que rodea a Banyoles. La billete gerundense destaca por su estanque, rodeado de belleza pero además de mucho enigma. Y es que cuenta con un estanque que es el más prócer de toda la comunidad autónoma que, cuenta la epígrafe, está regentado por un dragón. Esta es su historia.
Gran valía ecológico y geológico
El estanque es el gran signo de identidad de Banyoles. Tiene más de 2.150 metros de largura y entre 775 y 235 metros entre sus zonas más anchas y estrechas. Su superficie equivale a unas 118 hectáreas y tiene una profundidad media de unos 15 metros que puede montar hasta los 46,4 metros en sus partes más hondas. Es posible bañarse allí, en sus zonas señalizadas, y acoge varias pruebas al año.
Este pequeño estanque natural, adulterado con el mismo nombre del pueblo, tiene, de hecho, mucha importancia a nivel doméstico, porque adyacente con su cuenca es considerado el conjunto cárstico más extenso de toda la península ibérica. A nivel geólogo, ecológico y paisajístico tiene mucho valía, por lo que está protegido por varios planes y su flora y fauna única además merecen toda la atención.
Se dice que este estanque se formó en época cuaternaria, hace 250.000 primaveras, y una de las cosas que flama más la atención es la epígrafe sobre su monstruo. Similar a la del estanque Ness, se dice que en sus profundidades se esconde un monstruo, al que llaman ‘Drac‘ (dragón) porque tiene su aspecto. La historia además deje de su refugio, una caverna a orillas del estanque, en un sitio conocido como ‘La Draga’.
El mito del ‘Drac’ sigue escuchándose a día de hoy. Sorprende en distinto que esta bestia supuestamente escupía llamas por los luceros y que su aliento era capaz de apergaminarse plantas o contaminar campos. Se dice además que fue el causante de desapariciones de vecinos de Banyoles por la confusión y que todo ello llevó a que el mismísimo Carlomagno enviara soldados a la zona, que siquiera tuvieron el esperado final.
La epígrafe va más allá y es que se dice que el que fue rey de los francos acudió hasta el estanque para enfrentarse al dragón: de ese momento hay varias teorías (desde que el emperador derrotó, sin matar, al monstruo pero además que le acabó implorando clemencia y que por ello sobrevivió). Fuere como fuere, lo cierto es que siguieron desapareciendo vecinos y ganadería y Para matar con el problema se recurrió a un hermano de Narbona, Saint Mer.
Éste acabó convirtiendo a ‘Drac’ en un ser inofensivo, que sigue viviendo en lo más fondo del estanque, donde se cree que a aparecido en algún que otro momento puntual de la historia y donde muchos creen que en cierta modo regenta el estanque. Algunos creen que el monstruo tiene que ver con los trágicos naufragios que ha habido en el estanque: el final de ellos en 1998, cuando murieron 20 jubilados franceses. Aunque se atribuyó el desnivel al exceso de pasaje, muchos se volvieron a determinar de ‘Drac’.