Este lunes cuatro narcolanchas se han dejado ver muy cerca de la costa, a unos 40 kilómetros, del parque natural Punta de Gata-Níjar. Y lo han hecho tras el rescate de una patera al que acudía el buque Salvamar Spica, del cual uno de sus tripulantes pudo imprimir los fuerabordas. Los que iban a costado de las narcolanchas saludaron sin pudor a los que se encontraban en el barco perteneciente a Socorro Transatlántico, cuando emprendía el camino de regreso a puerto, con 16 migrantes a costado y un fallecido, todos de origen magrebí, tras efectuar un rescate a una patera. Ésta había sido avistada a las merienda de la mañana por un barco de recreo y de inmediato se puso conocimiento a las autoridades. El cuerpo sin vida del migrante hallado se encontraba flotando en el agua.
El vídeo fue figura por uno de los rescatados
En el vídeo se aprecia que tres de las narcolanchas se encuentra inmóviles, y sus tripulantes miran de pie cómo se va la embarcación de socorro. Uno de ellos hace aspavientos con los brazos, en señal de saludo cuando se da cuenta de que podría estar siendo figura. La imagen, a la que ha tenido paso el Diario de Almería, fue tomada por uno de los rescatados. La cuarta neumática se marcha del puesto a toda velocidad.
Las Fórmula Uno del mar
No existe embarcación que iguale las prestaciones de potencia y velocidad que alcanzan las narcolanchas. Cada una de ellas, con 15 metros de eslora, están equipadas con cuatro motores fueraborda de hasta 300 caballos. Son capaces de alcanzar los 60 nudos (111 kilómetros por hora). Y no es la primera vez que aparecen por esta parte de la zona almeriense. Ya en marzo, tal y como hemos contado, al menos cuatro neumáticas de este tipo fueron grabadas en el mismo puesto. Trataban de refugiarse de la aventura Nelson. En ese mismo mes, concretamente los días 3 y 9 de marzo, al menos 11 narcolanchas eran igualmente avistadas entre Níjar, San José y Punta de Gata. La Protección Civil consideró que, al no existir peligro inmediato, se les monitorizaría desde tierra, con el fin de no poner en peligro a su propia tripulación, por las adversidades meteorológicas y por desatiendo de medios.
Un negocio diversificado
De narcolanchas han pasado a denominarse ‘narcopateras’. Y todo ello porque las mafias que operan especialmente en el septentrión de África han adaptado el maniquí de negocio: de transportar droga a seres humanos. Se pueden arriesgar hasta 50 personas y cada una llega a sufragar hasta 15.000 euros por el delirio. Con ello, se ha creado otro oficio delictivo en la zona, la del petaquero, que es aquel que ofrece apoyo logístico con el remisión de petacas de gasolina, cada una de ellas con un precio de 300 euros. Estas ‘narcopateras’ podrían estar haciendo más acto de presencia en el sureste castellano tras la maduro presión policial que han sufrido en el Campo de Gibraltar. Por otra parte, se destaca, a diferencia de las pateras, que los desembarcos son violentos, dejando varios muertos por ahogamiento o fuertes golpes.
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