Me bajó los pantalones y me masturbó; me quedé congelado


La Audiencia de Girona ha comenzado hoy a juzgar al profesor de batería de Quart (Gironès), Jordi B., que se enfrenta a 48 años de prisión acusado de abusar sexualmente de cinco alumnos entre 2009 y 2020.

La mayoría eran menores de edad cuando comenzaron a sufrir los presuntos abusos ocurridos en el domicilio del acusado, en una sala subterránea junto al garaje que éste había habilitado para impartir clases.

‘Cariñoso’

Los denunciantes han destacado el carácter “amistoso” o “afectuoso” de los acusados ​​y han explicado cómo se ganaron su confianza para cometer los abusos.

Esta mañana tres de las víctimas declararon, sin contacto visual con el acusado, que coincidieron en señalar la “admiración” que sentían por el músico, al que veían como un “referente”.

También han destacado su carácter “simpático” y “afectuoso” que mostró desde el primer momento que le conocieron y cómo poco a poco se fue ganando su confianza para cometer el abuso. Abusos que comenzaron con masajes que la profesora se ofrecía a darles en la espalda.

a los 12 años

Una de las víctimas habría comenzado a sufrir los primeros abusos físicos a los 12 años.

Uno de los testimonios, que tenía 14 años cuando comenzó a recibir clases particulares en casa del acusado, explicó que sólo tres meses después de recibir las primeras nociones de batería, llegaron los primeros “toques inapropiados” y comentarios y preguntas de carácter sexual. . .

“Me preguntó si me masturbaba y recuerdo que en alguna ocasión también me había dicho que intentara tocar la batería desnuda. Me dijo que lo hacía”, explicó ante las preguntas del fiscal.

Dejar de ir a clases significaba tener que darles una explicación a mis padres y no me sentía capaz de hacerlo.


Una de las víctimas

“También comencé a normalizarlo, que apenas llegaba a clase me daba dos besos, un abrazo y me tocaba los genitales. Al ver que estaba nerviosa, me dijo que era una broma, un juego, que yo “Hay que estar tranquilo”, recordó la víctima esta mañana. durante el juicio.

Un punto de inflexión se produjo el 22 de abril de 2014, un día antes de que el testigo cumpliera 16 años, cuando la profesora se ofreció a darle un masaje. “Me dijo que me relajara, que cerrara los ojos (…) me bajó los pantalones, me tocó los genitales y empezó a masturbarme; me quedé congelada hasta que me preguntó si me iba a correr para él, entonces reaccioné y le dije se deshizo de él”, explicó la víctima esta mañana ante el tribunal.

El profesor de batería de Quart llega mañana a la Cancha de Girona.

El profesor de batería de Quart llegará mañana a los Juzgados de Girona, acompañado de su abogado.

Marina López/ACN

“Hasta ese día no entendí que eso era realmente un abuso, le dije que no debía volver a suceder y él me dijo que no volvería a suceder”, afirmó durante el juicio esta mañana.

El joven explicó que continuó con las clases hasta 2017, aunque “tenía muchas ganas de dejarlas”. “No me veía capaz, dejar de ir a clases significaba darles una explicación a mis padres y no me veía capaz de explicarles lo que les pasó y al final se convirtió en una pelota”.


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Javier Ricou / Josep Fita

Ferran (nombre ficticio) es uno de los jóvenes víctimas de abuso sexual durante años por parte de un profesor de batería de Quart (Gironès), que se encuentra en libertad y pendiente de juicio donde la defensa pide 48 años de prisión.

Otro testigo, que asistió a clases particulares del profesor de batería de Quart entre los 8 y los 18 años, explicó que los primeros abusos físicos se produjeron cuando tenía unos 12 años. Como en otros casos, los abusos comenzaron con masajes y, en su caso, terminaron con felación y masturbación.

“Me dijo que era algo normal, que era una persona abierta, que mucha gente lo hacía; pero yo cuando tenía 12 años nunca había tenido ninguna relación”, dijo este segundo joven que declaró hoy en el tribunal. la prueba.

Secuelas

Las tres víctimas que declararon hoy han sufrido consecuencias emocionales y algunas continúan acudiendo a terapia

Para el único que era mayor de edad cuando ocurrieron los hechos, la mayoría de los abusos recibidos habían caducado a excepción de la felación, ocurrida en noviembre de 2009. “Me encontré atrapado en una situación de la que no sabía cómo salir. Tenía 18 años pero me sentía como un niño, me preguntaba por qué no podía salir de ahí”, dijo.

Las víctimas han explicado que el profesor utilizó contra ellas un chantaje “emocional” y “material” cuando se opusieron a recibir uno de sus masajes. Los tres que declararon hoy han indicado que han sufrido consecuencias emocionales y psicológicas y algunos todavía están en terapia.

El juicio se prorroga hasta el jueves

El acusado, para quien la acusación particular pide una pena de 48 años de prisión, declarará este jueves

Está previsto que el acusado testifique este jueves. La fiscalía pide 43 años de prisión y que se indemnice a las víctimas con 50.000 euros, mientras que la acusación particular, encabezada por Benet Salellas, exige una pena de 48 años y eleva la cifra a 148.000 euros. Por su parte, la defensa, representada por el despacho de abogados Monguilod, solicita la absolución.

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