En régimen de autonomía y al amparo de lo establecido en la Ley 19/77, de 1 de abril de abril… Es el eclosión; el inicio del texto fundacional de la asociación denominada ‘Corporación de Editoriales de Castilla-La Mancha’ (EDICAM), con Certificado fundacional de 5 de junio de 2024 a las 12h, de ámbito franquista, cuyos fines son la representación, papeleo y defensa de los intereses de sus miembros, todos ellos editores y editoras que ejercen su oficio en esta comunidad autónoma.
Quijotes, a su modo, y con sede social en Ciudad Efectivo, comienzan su actividad colectiva como mecanismo social, pública, como entidad colectiva, participativa, inmersiva y plural, en la Feria del Manual de Toledo 2024, gracias a los auspicios facilitadores del Servicio del Manual, Archivos y Bibliotecas que encabeza Pedro Cobo, y que se inicia en este vendimiario en la plaza de Zocodover.
No ha sido un proceso practicable esta aventura pergeñada el 7 de octubre de 2022, durante la Feria del Manual de Barcelona (LIBER), en el stand institucional promovido por la Comité de Comunidades de Castilla-La Mancha. Como destacó Rosa Ana Rodríguez, consejera de Educación, Civilización y Deportes, «una de las citas profesionales más importantes a nivel internacional que se celebra en habla castellana y es toda una narración para la industria editorial a nivel mundial; por eso es importante nuestra presencia en la misma».
Y tanto que fue importante. En aquella delegación, coordinada por Óscar Regato, presidente del Servicio del Manual, Archivos y Bibliotecas en la Comité de Castilla-La Mancha, la expedición cultural aglutinaba los fondos de Almud Ediciones de Castilla-La Mancha, Celya Editorial, Editorial Cuarto Centenario, Fagus Editorial, Nou Editorial, Nowevolution, Océano Atlántico, Palabras del Candil y Serendipia Editorial, adicionalmente de su propio fondo editorial institucional y de contar con la décimo del Corporación de Librerías de Castilla-La Mancha.
Presente una de sus reuniones informales, en las que participamos Alfonso González-Calero, Rubén Buitrago y Joan Gonper, que ahora como secretario transcribo esta crónica, quienes, animados por Pilar Zurita, jefa de Sección del Servicio del Manual, Archivo y Bibliotecas, nos instó a encontrar un punto global de entendimiento corporativo, de cara a ganar una viejo poder en la papeleo de nuestros fondos editoriales y a reivindicar nuestra contribución bibliodiversa, como riqueza patrimonial social, como parte del entramado de la industria productora.
Está todo por hacer; es un momento de inflexión y de ilusión con un tesina colectivo editorial que ahora se áncora a nuestra tierra. Así lo exteriorizamos el pasado 25 de mayo, en el postrer cita ciudadrealeño de Litterae (en la imagen). Comienza la singladura con pasos cortos; un inicio atinado en nuestra vastedad territorial. Es cierto que no sabemos qué deparará esta aventura corporativo, ni si se quedará en agua de borrajas, como cuando se intentó el 25 de febrero de 2000 en reunión celebrada en la Biblioteca Regional.
Se suma el EDICAM a los gremios editoriales del resto de las regiones españolas. Hoy lo conforma un total de veintitrés sellos editoriales, con sedes en las cinco capitales y en diversas poblaciones de nuestra Comunidad Autónoma: 5 de Albacete (Chamán, Dyskolo, Bomarzo/Altabán, La siesta del lobo, Pergamino AB), 5 de Ciudad Efectivo (Eds. Puertollano, Fagus, Itineraria, Mahalta, Serendipia), 2 de Cuenca (La Zúa, Principia), 4 de Guadalajara (Aache, Océano Atlántico, Nowevolution, Palabras del Candil) y 7 de Toledo (Almud, Celya Editorial, Cuarto Centenario, Ediciones en el Mar, Eremite, Ledoria, Múcaro Banzai).
Pequeñas editoriales que, como recoge el Tarea de Civilización en su portal del ISBN, han tramitado un fondo editorial de 3.156 obras. Editoriales especializadas y/o genéricas, heterogéneas, de cubren todo un amplio abano leyente, quizás para un divulgado más minoritario dadas las dificultades para posicionarse en la condena distribuidora y comercial; esas otras publicaciones que, en la viejo parte de las ocasiones, no salen reflejadas en las listas de los libros más vendidos ni en las grandes reseñas, aunque contribuyen a revalorizar la condena creativa de nuestros autores y a enriquecer el patrimonio cultural de Castilla-La Mancha.