La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el acusado de matar, decapitar y mutilar a su exnovia en Marbella


El occiso de Natalia fue sacado por el mar a una rocas en Marbella decapitada, campechano en canal y sin manos. Su expareja la había matado, la asfixió y luego la mutiló para que no se le identificara. Tiró sus restos al mar. Sus manos fueron encontradas días posteriormente. Su capital aún sigue en el fondo de alguna playa. La Fiscalía de Málaga pide ahora a su expareja 25 abriles de prisión por un delito de crimen y a otros nueve meses de prisión por transgresión de condena.

Los hechos sucedieron el 8 de enero de 2023. El hombre fue detenido. Una mujer alertó de que el cuerpo hallado, poco antaño en una playa, era el de su hermana, que era víctima de malos tratos. En ese momento, el arrestado confesó los hechos en presencia de la Policía Doméstico.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, el procesado mantuvo una relación sentimental con la víctima durante unos siete meses. Ese día, el procesado quedó con su compañero de trabajo para que lo recogiera con la furgoneta de inquilinato con la excusa de realizar un trabajo, pero le pidió que fueran a las inmediaciones de un centro religioso al que sabía que acudía la Natalia cada domingo.

Una vez allí, según señala la inculpación pública en su escrito, el procesado vio a la mujer que se aproximaba al centro religioso y, tras charlar, accedió a montarse con él en la parte de a espaldas de la furgoneta para irse a un sitio mas íntimo. El procesado pidió a su compañero que los dejara en un aparcamiento y que se marchara a devolver la furgoneta.

Entreambos fueron a la playa Zaragoza, deteniéndose en las dunas, donde mantuvieron relaciones sexuales. Tras finalizar, «con actitud de terminar con su vida, de modo sorpresiva y con adrede desprecio al sexo mujeril de la victima, la agarró por el cuello cuando se encontraba de espaldas, sin posibilidad de defenderse, logrando asfixiarla«.

Esto, sostiene la inculpación, le provocó la crimen a la mujer, tras lo que el procesado «decapitó con un cúter que llevaba la capital del cuerpo y las dos manos, arrojándolos al mar, así como el cuerpo, al que le hizo una herida incisa en el vientre para conseguir que se hundiera y evitar ser identificado«.

Violencia machista

Según el servicio sabido, el procesado sabía que estaba vivo respecto de su expareja una orden de prohibición de comunicarse por cualquier medio y acercarse al domicilio, extensión de trabajo o donde se encontrara dictada por el Chancillería de Violencia sobre la Mujer 1 de Marbella. Días antaño había sido condenado por maltrato por romperle un napias.

Para el fiscal, se manejo de un delito de crimen, con la perjuicio de discriminación alrededor de el sexo mujeril, por el que pide que se le imponga la pena de 25 abriles de prisión; y otro de transgresión de condena, por el que solicita que se le condene a nueve meses de prisión. Encima, insta a que indemnice a los dos hijos de la víctima en la cantidad de 52.207,51 euros, a uno de los hermanos con 15.662,25 euros y a otro con 20.883 euros.

La investigación de este caso comenzó por una denuncia interpuesta por familiares en dependencias policiales por la desaparición de una mujer, víctima de violencia machista y había recibido amenazas días a espaldas por su expareja sentimental, que habría quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad contencioso.

Unas horas antaño de la interposición de la denuncia, el occiso mutilado de una mujer, con características físicas similares a la denunciada como desaparecida, fue hallado por unos ciudadanos en una playa de Marbella, tras lo que los familiares aseguraron que los restos eran de su hermana. Las dos manos fueron encontradas días posteriormente.

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