Falta más entrar en la gran nave en la que trabaja el Mesa de Alimentos de Vigo, la imagen impresiona. Nos recibe Polo, vicepresidente de la entidad, inmediato con Norma y Ruth, los tres coinciden: “Nunca hemos estado tan vacíos”. Es habitual que en estas fechas los fortuna escaseen, es la última etapa puntual antaño de la Gran Recogida de noviembre, de ahí que octubre no sea un mes de afluencia. “Aún así nunca había estado tan malogrado como ahora, esto no es lo ordinario”.
Los alimentos que recoge el Mesa de Vigo se reparten a las familias a través de diversas ONG de toda el radio de Vigo. Cientos de personas dependen de ellos y aquí, entre estas paredes y estanterías, el trabajo no cesa.
No es un problema de solidaridad
Paseamos con ellos por los pasillos y leemos los carteles: cereales, harina, arroz. Encima de ellos, ausencia. Malogrado. Los voluntarios saben admisiblemente de lo que hablan. Muchos de ellos llevan muchos abriles trabajando aquí y han pasado etapas de todos los tipos. “La multitud no puede donar porque el patrimonio no da. La cesta de la operación se ha incrementado para todos y cada ve cuesta más arribar a fin de mes”, explica Polo.
No se tráfico de desidia de solidaridad, si no de una cuestión de incapacidad. Por el momento no hay un problema de desabastecimiento, de hecho agradecen enormemente a aquellos que continúan colaborando, pero son conscientes del esfuerzo que supone para muchos de ellos.
Y a esto se le suma que cada ve hay más demanda. La tormenta perfecta. Cada vez más personas necesitan ayuda del Mesa de Alimentos. “Ahora mismo hay familias que tienen trabajo pero que no llegan, que necesitan que les ayuden aún recibiendo un sueldo todos los meses”, continúa Polo.
Acuerdo con Conxemar
Por ello esta entidad continúa trabajando sin refrigerio. Preparan ya la Gran Recogida de este año, cientos de voluntarios colaborarán en ella en casi nada unas semanas. Al mismo tiempo, buscan fortuna hasta debajo de las piedras. Su intención es colaborar con todos los organismos que sea posible para alcanzar sus objetivos.
“Este año, por ejemplo, hemos recibido todo el producto sobrante de Conxemar”, nos explican. Son 5.000 kilos de productos del mar congelados. Ahí es ausencia. Conxemar es una feria de congelados que reúne en Vigo a profesionales del sector de todo el mundo. Una vez terminado el evento, hay que deshacerse de todo lo expuesto. “Todo ese producto que de otra forma se desperdiciaría, ahora va a poder ser consumido por familias que lo necesitan”, relatan orgullosos desde el Mesa de Alimentos.
El esfuerzo es enorme, no hay más que verlo, la premio, aseguran, mucho más.
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