Unas olimpiadas por el «envejecimiento activo» en las que compiten residencias


El verano ha terminado, pero el espíritu altanero no lo ha hecho. Y si no, que se lo digan a las más de 150 personas, entre residentes y voluntarios, que han mantenido y reversionado la ‘vehemencia’ de los Juegos con la segunda estampación de las Olimpiadas de Residencias para Mayores de Cáritas Diocesana de Zamora. Seis centros se han implicado en esta iniciativa, destinada a promover el bienestar físico y mental de sus participantes a través de actividades deportivas y recreativas.

Los centros participantes han sido ‘Matías Alonso’ (Villarrín de Campos), ‘Conchita Regojo’ y ‘Don. Antonio y Doña. Esther’ (Fermoselle), ‘Casto de la Salubridad’ (Alcañices), ‘Casto de Árboles’ (Carbajales de Alba) y ‘San Agustín’ (Toro).

Con una ceremonia de comprensión propia, los Juegos Olímpicos de las residencias se han inaugurado con el tradicional desfile de participantes, quienes han llevado pancartas representando sus respectivos pueblos y centros mientras una hachón ceremonial era llevada al frente.

La trayecto ha constado de numerosas diversas pruebas cognitivas y físicas. Las cognitivas han incluido juegos de civilización genérico, memoria visual, cálculo y cancionero; las físicas con pruebas de carrera enrollable, circuito en zigzag, derribo de latas de feria y pelota musical, según han detallado fuentes de la ordenamiento católica.

Finalmente, han sido los residentes de ‘San Agustín’, de Toro, los que han rematado colgarse las medallas de oro. Las residencias de Fermoselle se han subido al segundo escalón del podio y la residencia ‘Casto de Árboles’, de Carbajales de Alba, se ha montaraz con el bronce.

Más vínculos, menos estereotipos

«El propósito de las estas Olimpiadas es poner en valencia el envejecimiento activo. Los residentes aprovecharon esta oportunidad para incentivar la socialización y fomentar un espíritu de equipo, a través de una competencia saludable y divertida», han explicado las mismas fuentes. Estas han añadido que la trayecto «reforzó el vínculo con familiares y voluntarios, promoviendo un bullicio solidario e inclusivo y rompiendo estereotipos negativos sobre la vejez». Adicionalmente, todas las personas mayores participaron, independientemente de sus capacidades físicas.

Las II Olimpiadas contaron con la presencia del director de Cáritas Diocesana de Zamora, Ignacio Enríquez; la secretaria genérico, Beatriz Carracedo, y el delegado obispal de la entidad, César Salvador.

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