Interpol quiere identificar los cadáveres de cuatro mujeres aparecidos en circunstancias sospechosas de crimen violenta en Catalunya. Ha introducido sus perfiles en un archivo accesible por interne al manifiesto en militar. Contiene datos sobre casos de estas víctimas. El más antiguo de ellos data de 1999.
Este se corresponde con el dossier del cuerpo sin identificar más antiguo. Es el de una muchacha que apareció estrangulada en una habitación de hotel en la villa de Premià de Mar en 1999 y cuyo caso, todavía hoy, sigue siendo una de las obsesiones de la policía Jurídico de la Escolta Civil de Catalunya por las excepcionales particularidades del caso.
Emplazamiento de los cadáveres que Interpol quiere identificar en Catalunya
Interpol ha puesto en marcha estos días una campaña de difusión pública convocatoria Identify Me con la que pretende dar difusión de los datos y, en la mayoría de los casos, de los rostros de mujeres no identificadas y que fueron objeto de un homicidio o un crimen, o cuyas circunstancias de la crimen son muy sospechosas. Se alcahuetería de 46 casos, siete de ellos en España. Son cuatro casos en Catalunya, uno en Ibiza, otro en Madrid y finalmente otro en Bilbao.
Las cuatro mujeres aparecidas en Catalunya cuyos cadáveres no identificados han sido objeto de esta petición de ayuda pública fueron localizadas en poblaciones costeras o muy cerca de la ringlera orilla. Tres de ellas fueron descubiertas en la provincia de Barcelona y una de ellas, en la de Girona.
Las carpetas de sus casos siguen en la mesa de los investigadores que no tiran la toalla y que esperan que Identify Me sirva para que alguno haga memoria y aporte el número que permita lograr hasta la identificación de la víctima y con ello el del autor.
Ficha de la mujer sin identificar aparecida en Premià de Mar en 1999
Sumergida en la bañera. Este es el caso más antiguo de los que Interpol pretende dar con nueva información. Está plagado de enigma. El cuerpo de la muchacha apareció en 1999 sumergido en la bañera de su habitación de hotel, maniatada y con todos sus objetos personales y varios del menaje de la habitación sumergidos en el agua con ella. Una de las particularidades de este caso es que la imagen de su concomitante, el hombre que compartía con ella la habitación, quedó perfectamente fototipia por el sistema del vídeovigilancia del establecimiento hotelero. Se cree que eran suizos, de cerca de Ginebra. Él trató de cambiar francos suizos en recibimiento.
Ficha de la mujer aparecida en 2003 en Malgrat de Mar
Abandonada en la cuneta. El 3 de noviembre de 2003 un agricultor localizó en el ganancia de un camino rural de la villa barcelonesa de Malgrat de Mar el cuerpo sin vida de una mujer que se calcula que tenía entre 25 y 35 primaveras de tiempo. Un tatuaje permitió deducir que podía ser de origen bengalí. El restos estaba semidesnudo y presentaba atroces heridas de pertrechos blanca infringidas, según los examen forenses, por un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. Todo parece indicar que la asesinaron en otro motivo y dejaron allí desaliñado el cuerpo.
Pertenencias de la mujer aparecida en Viladecans en 2005
La mujer de rosa. En su caso, Interpol solo ha distribuido las prendas de ropa que llevaba el restos. Permanece identificada como “la mujer de rosa” en los archivos policiales porque resultó muy vistoso el hecho de que todas sus prendas, incluidas una cintas del calzado, fueran de ese color. Cuando fue localizada en el kilómetro 84 de la carretera de la Vila, en Viladecans, llevaba aproximadamente unas 24 horas muerta. Las circunstancias de su fallecimiento son todavía hoy muy sospechosas y se podrían corresponder con las de un caso homicida.
Ficha de la mujer aparecida en Sant Julià de Ramis en 2018
Homicidio en el galería. En uno de sus brazos lucía tatuada la palabra “éxito” escrita en hebreo. Su cuerpo apareció pendiendo de la viga del galería de una masía de Sant Julià de Ramis, en Girona. Murió por ahorcamiento. Los Mossos rastrearon todos los archivos internacionales de ADN en rebusca de la identificación de aquella chica de unos 30 primaveras que carecía de documentación que acreditara su identidad. Solo apareció en sus bolsillos un billete de 10 euros. Ningún de los tres ocupantes de la finca donde fue localizada fue capaz de dar razón de ella. No la habían conocido de ningún modo. Se cree que procedía de Polonia, Alemania o Países Bajos.
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