El cementerio municipal de O Barco de Valdeorras carece de nichos puestos a la saldo. Lo confirmó ayer el concejal de Cementerio y Medio Rural, Jesús Jares Almeida, quien explicó que el Concello al punto que se reserva algún hueco “por se hai necesidade”. Añadió que el camposanto dependiente de la Dependencia barquense “está completo. Xa non hai para entregar”.
El munícipe confirmó la existencia de una larga cinta de retraso de familias que solicitan un hornacina. Con miras a atender sus peticiones, desde la Concejalía se trabaja en una nueva ampliación del cementerio. Tanto es así que Jesús Jares sostiene que la deseada ampliación “saldrá a concurso antiguamente de que remate o ano”. Esta acto está actualmente en manos de los servicios técnicos del Concello, donde ultiman los detalles de un tesina que contempla la construcción de un centenar de nichos.
El liga se levantará en la zona del cementerio próxima al parque arqueológico Finca La Cruz, tras la cesión de sus 24.000 metros cuadrados al Concello, que dedicó 3.000 de ellos a ampliar el camposanto. Fue hace aproximadamente dos décadas, estimándose en aquel momento que esta superficie permitirá aumentar la propuesta municipal en torno a un millar de nichos.
Aún yerro mucho para que las actuaciones ejecutadas alcancen la capacidad máxima, en un cementerio en el que en la última plazo fueron desarrolladas dos ampliaciones. La primera de ellas permitió ofrecer 360 nuevos nichos. Dos abriles luego era acometida la segunda, esta de un centenar.
Envejecimiento
Esta yerro de nichos a la saldo en el cementerio municipal se da en un Concello que además se ve castigado por el envejecimiento poblacional. Según los datos del Instituto Galego de Estadística, en 2023, el antecedente que refleja el número de mayores de 65 abriles cuando se compara con los menores de 20 alcanzó el 137,07%.
En el capítulo de defunciones, las registradas en O Barco aumentaron un 54% entre 2003 y 2023, pasando de 93 a 144. Aquí, es obligado considerar el aumento de las incineraciones, que según la Radiografía del Sector Funerario, que edita la Asociación Franquista de Servicios Funerarios, indica que ya suponían el 45%, por un 55% de inhumaciones, en 2022.
El rural tiene las evacuación cubiertas
El cementerio de la villa barquense es de titularidad municipal, en tanto que los del rural son parroquiales y dependen de la Iglesia. Uno de ellos, el de Veigamuiños-A Proba, es objeto de un anuncio de construcción de nuevos nichos, más concretamente 14. La parroquia informa de la posibilidad de adquirirlos.
“Es un tienta. Se proxenetismo de ver si hay carestia o no”, planteó el cura párroco de O Barco, Jesús Álvarez Álvarez. Explicó que la colchoneta del liga de nichos ya está construida y el anuncio fue arrojado para conocer si entre sus vecinos hay interés por hacerse con alguno.
Ya en relato a los demás camposantos, dependientes del Obispado de Astorga, el sacerdote indicó que las evacuación de las familias “están más o menos cubiertas. En los parroquiales vamos cubriendo”, dijo el sacerdote. Apuntó que, a la hora de comprar, las familias no suelen interesarse por un solo hornacina, siendo frecuente que adquieran varios.
Por otra parte del aumento de las incineraciones, Jesús Álvarez se refirió al interés por olvidar a sus difuntos en el cementerio de O Barco que muestra un buen número de familias que, procedentes del rural, residen en la villa. Otra opción es la retirada de los restos de un hornacina al aventajar el tiempo lícito.