Los efebos de Pedro Abad ya cuentan su historia en el Museo Arqueológico de Córdoba


Si lo apolíneo y lo dionisíaco son, en la civilización clásica, términos antitéticos y complementarios, no otro carácter podía tener la muestra con que se han presentado con todos los honores los efebos de Pedro Prior para su exposición permanente en el Museo Arqueológico de Córdoba. ‘Los sirvientes mudos’ de los que deje el título cuentan una historia milenaria y hablan al espectador del siglo XXI.

La consejera de Civilización de la Sociedad de Andalucía, Patricia del Pozo, ha presidido este miércoles la transigencia de la muestra temporal con la que las dos piezas, de carácter inusual por su valencia primoroso, conservación y por el hecho de que que formen pareja, llegan a su ubicación definitiva tras un dilatado proceso. Datan de entre los siglos I y II a posteriori de Cristo.

Los efebos Apolíneo y Dionisíaco permanecen desde ahora en la sala que el Museo Arqueológico de Córdoba dedica a la civilización romana. Como explicó la directora, Irene Maclino, están hechos en bronce por piezas que a posteriori se soldaron, con una técnica que se conoce como cera blanda, y muestran a dos jóvenes desnudos.

Suya fue la expresión de que a partir de ahora contarán su historia a los visitantes, porque se puede adivinar mucho de la técnica con que se hicieron, del lado en que estaban y de su uso, y hasta intentar adivinar cómo se esculpieron.

Adolescentes

La sutil musculatura, con un modelado muy suave, denotan que son adolescentes. Uno de ellos, el llamado Dionisíaco, tiene este nombre por mostrar en la individuo una guirnaldas de uvas y yedras, que se asocia con el dios incomprensible (Dionisio) y romano (Baco) del morapio y los excesos. Le faltan gran parte de los brazos y algunas piezas del cuerpo.

Por contraposición se ha hexaedro al otro doncel el nombre de Apolíneo, según la forma de representar al dios Apolo, que representaba el camino del seguridad y el autoconocimiento. Ahora adecuadamente, como dijo Irene Maclino, asimismo puede acaecer principios de Eros o Cupido, el dios del aprecio. La investigación continúa.

Una de las hipótesis, por la investigación en torno al doncel de Antequera, es que se fundieran en talleres locales con moldes que llegaban desde fuera, pero este proceso todavía tiene que arrojar mucha luz. Florencia, Berlín, Rabat y dos de Nápoles completan la selecta letanía de piezas conservadas a los que ahora se suman los de Pedro Prior.

El IAPH los restauró durante dos abriles con el patrocinio de la Fundación Magtel

Es la cámara mejor conservada, ya que está prácticamente íntegra. Muestra en la mano los restos de lo que podría ser un vástago. Ambas figuras, ya se sabe, eran principios decorativos de la casa de una tribu rica, y portaban en las manos bandejas, lámparas u otros principios. Su postura es la del llamado ‘contraposto’.

La consejera de Civilización ensalzó el valencia de las piezas, ya que sólo se conservan ocho efebos romanos en el mundo, y sólo hay una pareja con dos piezas del mismo origen, y es precisamente la que se encontró en Pedro Prior. Asimismo agradeció el trabajo de la Policía, del IAPH y de la Fundación Magtel, que han hecho posible que las piezas ya estén en su casa.

Fue en 2012, cuando los agentes de la Policía Franquista los intervinieron en la finca El Palancar, en Pedro Prior, en una operación antiguamente de que se vendieran en el mercado triste. Estuvieron hasta 2020 en el Museo Arqueológico, donde ya se documentó su inusual valencia, aunque con un estado de conservación muy precario.

A partir de entonces se llevaron al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), donde se realizó una restauración con las técnicas más avanzadas, y que contó con el patrocinio de la Fundación Magtel, cuya presidenta, Auxiliadora López Magdaleno, estuvo presente en la cita. Recuperar las distintas partes, ensamblarlas y resanarlas fue un proceso dilatado y paciente.

En noviembre de 2023 ya se pudieron ver en divulgado por primera vez para una exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid, totalmente restaurados. Su presencia no se limita a la exhibición pública, porque el Museo Arqueológico de Córdoba ha preparado materiales y actos para comprenderlos.

Así, el visitante ve en primer lado un vídeo en el que se recrea cómo sería la lujosa casa en que estaban y la función que podían cumplir y para lo que los encargaron sus propietarios. Su utilización en banquetes sería muy relevante, según las investigaciones.

Se han organizado asimismo visitas guiadas para familias y niños de distintas edades, porque se pretende que toda la sociedad sea consciente de la importancia de las piezas que ahora se muestran. Próximo a ellas se han expuesto una serie de bronces romanos de la misma época.

Un armonía técnico internacional, los días 7 y 8 de noviembre, titulado ‘En torno a los bronces romanos: los efebos de Pedro Prior’, en que una veintena de expertos hablará sobre la importancia de las piezas y su relación con otras similares.

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