Ante la prensa, Trump arremetió contra el proceso judicial, que consideró un “engaño”, y contra el fiscal, al que calificó de “incompetente” y acusado de utilizar “cifras fraudulentas” en su contra, en lugar de luchar contra el crimen en la región, según los medios acreditados en la sala. La sesión comenzó con el juez Arthur Engoron desmintiendo a Trump, quien había escrito en su red social Truth Social que el tribunal ha reconocido que sus propiedades, concretamente Mar-a-Lago, tienen un valor superior al afirmado en las valoraciones del tribunal. , alrededor de 18 millones de dólares.
Engoron, que preside este juicio sin jurado, indicó que sabe que Trump no está de acuerdo con esos datos y que su equipo está apelando su primer fallo sumario, en el que declaró al expresidente, a sus dos hijos mayores, a su empresa y dos socios responsable del fraude continuo al inflar el valor de los activos para obtener ventajas en préstamos y seguros.
Tras el apartado inicial, se retomó el testimonio del primer testigo, Donald Bender, contador de la empresa Mazars, que trabajó tanto con la Organización Trump como con el propio empresario, que está siendo interrogado sobre sus estados financieros.