Quiso el destino, siempre caprichoso, que ayer se debatiera en las Cortes de Castilla y Valiente una ‘proposición de ley de bomberos y bomberas forestales’ que llevaba la firma de Luis Tudanca, el portavoz del Categoría parlamentario socialista. Del debate fueron testigos un pequeño agrupación de estos profesionales que en otras circunstancias se hubiera reunido con el proponente. En esta ocasión, sin bloqueo, delegó en el procurador segoviano José Luis Vázquez, defensor de la iniciativa que, por cierto, fue rechazada por la mayoría PP-Vox. Y es que Tudanca no tuvo ayer una mañana dada a socializar, atrincherado como estuvo en su despacho del que sólo salió para elegir en el hemiciclo.
No es que el día preparatorio se le viese por los pasillos de las Cortes, que siquiera, es que este miércoles optó por dar un vuelta a su logística posteriormente de dos días de exposición en medios nacionales. Ayer la táctica fue la contraria, la del silencio, en un intento por desmontar la tensión que se respira en el interior del PSOE de Castilla y Valiente y, sobre todo, con la dirección franquista de la formación.
Así que tocaba intentar frenar el incendio, cuyas proporciones empezaban a ser incontrolables posteriormente de los ataques al secretario de Ordenamiento de la Federal, Santos Cerdán, al que Tudanca acusó de «desestabilizar al partido en Castilla y Valiente y quitar la voz a la militancia». A opinar de quienes están contra el dirigente burgalés, éste no ha medido correctamente sus críticas que, en definitiva, van a detener a Pedro Sánchez y eso ya es harina de otro costal porque lo de tocar al líder…
Dos posiciones enfrentadas que ya son fácilmente identificables entre los procuradores socialistas del Parlamento autonómico y que difícilmente podían ocultar las caras largas. Tudanca y su lugarteniente, Ana Sánchez, estaban desaparecidos, mientras otros de sus afines, como Diego Pardo y Rosa Rubio, trataban de transmitir la serenidad de que todo está bajo control bajo la creencia de que las bases están con Tudanca.
En la otra orilla se sitúa quien, precisamente, se sienta a su izquierda en la bancada del hemiciclo, la vallisoletana Patricia Gómez, así como los leoneses Nuria Rubio y Javier Campos o la salmantina Carmen García, entre otros. Un agrupación convencido de lo contrario, de que la militancia no va a perdonar al presente secretario autonómico su ataque a Ferraz, que es lo mismo que opinar a Pedro Sánchez. Argumentan, por otra parte, que es precisamente esa militancia que dice defender a la que se hubiera impedido concurrir a unas primarias convocadas con tanta premura.
Y mientras tanto, lo cierto es que Tudanca nunca ha llegado a opinar si se presentará a la reelección aunque unos y otros lo dan por hecho porque «ya no tiene más opciones posteriormente del lío que ha montado». Sus oponentes incluso afirman contar con un candidato posible en condiciones de competir por la Secretaría Normal del PSCL, candidato que tendría el apoyo de Ferraz.
La tercera vía sería la de intentar sentar a las dos partes en averiguación del consenso pero, para eso, hay que apagar correctamente las llamas y que, como mucho, sólo queden rescoldos.