El Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Montilla-Moriles está barajando como uno de los emplazamientos posibles para la celebración de la Cata en la primavera de 2025 el solar de Miraflores en el que estaba previsto el Palacio del Sur diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas. Esta opción toma fuerza tras la suspensión de la cita en torno a la civilización del caldo este año, motivada sobre todo por la difícil postura financiera del Consejo Regulador. El solar donde iba a construirse el Palacio del Sur cuenta con las acometidas necesarias para surtir de suministros a un evento de este tipo.
El otro ocupación que está encima de la mesa del organismo que defiende los intereses de los productores de Montilla-Moriles es el solar anexo a la Diputación, donde el evento se ha desarrollado de forma tradicional, si aceptablemente la Plaza de Toros, que fue donde se llevó a mango en 2023, su última vez, no se encuentra entre las prioritarias.
El presidente del Consejo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Montilla-Moriles, Javier Martín, ha señalado en declaraciones a torrevieja news today que la intrepidez se tomará «en el momento que se constituya el Pleno tras las elecciones en el Consejo Regulador, cuando se reactivará una comisión que ya está creada para diseñar la Cata, porque el año que viene vamos a tenerla sí o sí».
Patrocinadores
«Será un nuevo maniquí en el que no se dependa tanto de los componentes del consejo ni de las administraciones, y que en cambio se apoye más en los patrocinadores: de lo que se comercio es de compatibilizar el maniquí tradicional de la Cata con una auténtica Feria de los Vinos, a la que vengan prescriptores que no tengan por qué estar en el bullicio de la Cata», añadió el abogado en una conversación con este revista.
La época de la Cata sería la antesala de las celebraciones del mes de mayo cordobés. El entorno Montilla-Moriles ha decidido postergar a 2025 cualquier tipo de nuevo evento que viniera a sustituir a la Cata del Morapio suspendida la primavera pasada.
Y lo ha hecho empujado por dos aspectos: las elecciones al consejo regulador que están en marcha y que conocerán a sus nuevos integrantes y presidente el próximo mes de noviembre, y la situación económica, pues el entorno ya no podrá contar con los ingresos de la subvención que la Consejería de Agricultura otorgaba a la Cata para 2022, si aceptablemente aún existe optimismo da cara a desquitarse la de 2023, que está está sujeta a fiscalización y control por parte de los técnicos de Agricultura y que ha recibido alegaciones técnicas del entorno vitivinicola.