La presidenta madrileña evita hacer muerte con la situación interna de la portavoz parlamentaria de Vox en la Asamblea
Rocío Monasterio ya no es presidenta de Vox Madrid, pero sigue siendo portavoz en la Asamblea, y este jueves ha preguntado a Isabel Díaz Ayuso por el problema de la vivienda en la región. Su intervención en la sesión de control ha sido mucho más suave y menos dura que en otras ocasiones, y se ha menguado a plañir el precio de la vivienda y a dar varios «consejos» a la presidenta regional madrileña.
En un tono mucho más pausado y tranquilo que en otros plenos, ha preguntado a la presidenta cómo podía ser que una vivienda se convirtiera en poco inalcanzable. Monasterio ha donado «tres consejos» a Ayuso: proteger la propiedad privada, descargar el suelo, «he traído siete veces aquí la propuesta de descargar el suelo», y lo tercero la seguridad jurídica.
Ayuso no ha querido hacer muerte con la situación de Monasterio en su partido. Se ha menguado a explicar que el ataque a la vivienda siempre ha sido complicada en otras capitales. «Ahora estamos experimentado un auge explosivo de la demografía, que está dificultando la proposición y la demanda. Con Sánchez se ha multiplicado un 232 por ciento el precio de la vivienda en España. Con ustedes se han paralizado los desarrollos urbanísticos», ha recordado. Y ha hecho descuido que Vox ya no sea básico, ha dicho, para que vuelvan a ponerse en marcha.
La presidenta de la Comunidad no ha querido hacer ni una mención a la situación interna de Monasterio y su destitución como presidenta de su partido en Madrid. Solo ha lamentado, en su intervención en la sesión de control, que no dé nunca ni una monograma correcta.