Revuelo en la política española. Rocío Monasterio fue destituida ayer como presidenta provincial y en su zona fue célebre el presente portavoz doméstico, José Antonio Fúster. Hoy, Monasterio ha comparecido en solitario frente a los medios de comunicación, y ha expresado que su dimisión se ha producido «a dedo». Encima, ha entregado su reseña de diputada de Vox en la Asamblea de Madrid.
Esto ha traído consigo mofas por parte de otros partidos políticos. La portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, ha bromeado a cuenta de esta renuncia: «Tanto aseverar que van a venir de fuera y nos van a echar y nos van a quitar el trabajo para que sean los tuyos al final los que te quiten el sillón».
Así lo apuntó posteriormente de que Monasterio confirmase que dejaba el reseña de diputada en la Asamblea posteriormente de que la dirección doméstico de Vox la apartase ayer de la portavocía.
Para Bergerot, «a Madrid no le cambia falta», por lo que «vamos a seguir plantando cara al racismo de Vox en la Asamblea, en toda la región, lo encarne quien lo encarne».
La reacción del PP
Además el PP ha reaccionado a la audacia de la portavoz. La vicealcaldesa de Madrid y portavoz del Gobierno municipal, Inma Sanz, ha asegurado que Vox «no pasa por un buen momento», aunque ha afirmado que se prostitución de un tema interno que “ellos sabrán cómo lo tienen que solucionar”.
«Hablamos de un proceso interno de otro partido político y, por lo tanto, no sé a qué obedece. Evidentemente, no parece que Vox esté en una buena situación interna, pero son situaciones internas de ellos, que ellos sabrán cómo tienen que solucionar. Nosotros a lo nuestro, nosotros en nuestros gobiernos, con nuestras mayorías en el Consistorio de Madrid y en la Comunidad de Madrid, centrados sólo y exclusivamente en cumplir nuestros programas electorales», ha registrado.