Aunque la publicación de los audios haya cesado por ahora, la vida de Bárbara Rey en las últimas semanas, se ha convertido según ella en una auténtica pesadilla.
Periodistas de distintos medios de comunicación hacían pelotón en las proximidades del domicilio de Bárbara en Marbella, Málaga, tratado de conseguir declaraciones sobre todo lo publicado recientemente: fotos, audios, informaciones, etc.
Huida a la carrera
Al percatarse la figura de la presencia de la prensa, parecía ponerse nerviosa y se introducía en su transporte para acelerar poco a posteriori con acelerones y movimientos bruscos. Según los presentes, Bárbara emprendía la marcha a gran velocidad por las calles del centro urbano, tratando de despistar a los periodistas que la seguían.
“Bárbara esto es un peligro para todos. No haga la loca, por confianza. ¡Despacio, no corras! ¡No corras!“, le pedía una reportera que estaba cercano a su coche.
Interviene la Policía: “Aparque ahí un momento”
Momentos a posteriori, en un semáforo, Bárbara aprovechaba el paso de un transporte de la Policía Doméstico para detenerles y pedir la ayuda de los agentes, en un claro estado modificado.
“No puedo detener ahí. Voy al médico”
Los policías le pedían que se detuviera un poco más delante. Sin requisa Bárbara se negaba e iniciaba una discusión con ellos. Se negaba a seguir las indicaciones de los agentes. Bárbara se excusaba en que se dirigía al médico y no tendría tiempo de detenerse: “¡No me puedo detener! Me está siguiendo este señor de aquí y ese de allí“.
“Un aventura para ella y los demás”
Su estado no sería el mejor. La periodista Brote López aseguraba que Bárbara recientemente habría sufrido un ataque de ansiedad, fruto de toda la desorden de información de la que es protagonista. Los presentes en plató consideran un peligro para la seguridad pública su reacción de la tarde del miércoles, con la huida a gran velocidad con su coche en un entorno urbano, con muchos otros vehículos circulando y gran número de peatones.
“Superaba los límites de velocidad a unos límites muy peligrosos”, aseguraba la periodista Ana Polo.
