Estaba “loca de apego”. Creía que ese hombre era el apego de su vida. Mantenían largas y románticas conversaciones en las que prometían estar. “No tengo excusa, fui una estúpida”: Así se ha definido esta zaragozana frente a el tribunal que la juzga en la Audiencia de Zaragoza. Su historia dio un alteración y ha pasado en poco tiempo de estafada a acusada.
Todo comienza en octubre de 2020. Conoce a un hombre en internet con el que empieza a trocar mensajes. Él, un supuesto norteamericano proporcionadamente posicionado se ganó su confianza hasta que consiguió su objetivo: el peculio. La víctima cayó dos veces en la misma estafa. Después mantuvo otra relación a través de WhatsApp con un marcial francés con cierto elegancia al actor Daniel Goddard. Entre los dos le estafaron 1,8 millones de euros. En sus declaraciones, recogidas en monopolio por el Heraldo de Aragón, la acusada ha dicho durante el entendimiento que le hicieron creer que estaban enamorados de ella y por eso asegura que tuvo que “hacerle pagos para resolver problemas de vida o crimen”.
¿De dónde salía el peculio?
Esta zaragozana se enamoró perdidamente de ellos, tanto que les dio todo, incluso lo que no tenía. “Primero saqué el peculio de mis ahorros y luego, cuando ya no tenía, de la empresa”. Se refiere a la empresa general en la que trabajaba: “No pensé que con estos pagos podía dejar sin solvencia a la sociedad”. Precisamente por esto se ha sentado en el banquillo, por padecer casi a la ruina a esa empresa. Se enfrenta a 18 abriles de prisión.
“Cualquier persona puede caer”
La acusada no ha caído una sola vez en la estafa del apego, han sido dos y según, la psicóloga Lara Ferreiro es posible: “En un momento de vulnerabilidad cualquier persona puede caer y puede hacerlo varias veces”. Nos lo explica la psicóloga “lo único que quiere la persona es que la quieran, se anulan las funciones ejecutivas del cerebro, las que te ayudan a pensar y tomar decisiones”. Es proponer, la zona deducción se apaga porque predomina tu parte emocional “se activa la anginas, la zona de las emociones”, concluye Ferreiro.
La existencia es que no es la primera vez que vemos un caso de este tipo. La estafa del apego es más global de lo que pensamos. Hace tan solo unas semanas se destapaba en Obús y Vizcaya otros dos casos en los que las víctimas creyeron que un enamorado Brad Pitt les ofrecía cambiar con él en proyectos comerciales. Así el timador consiguió estafarles más de 300.000 euros. Las víctimas son hombres y mujeres de más de 40 abriles, según los expertos, y siempre lo hacen a través de redes sociales o aplicaciones para despabilarse pareja.
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