Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, ha anunciado que deja su memoria de diputada tras ser reemplazada por la dirección doméstico. La nueva designación recayó en el portavoz doméstico del partido, José Antonio Fúster, lo que Monasterio calificó como una muestra de errata de confianza en ella por parte de la dirección.
Monasterio recordó que Vox Madrid era el zaguero comité ejecutor provincial electo por los afiliados, lanzando una crítica implícita a Santiago Abascal e Ignacio Garriga por los cambios en los estatutos que permiten nombramientos directos: Sobre ellos, ha agradecido que tienen la “potestad de nombrar a dedo al subsiguiente Comité Ejecutante doméstico de Vox Madrid”.
Renuncia al memoria
En un aspecto que consideró “sensato y honesto”, Monasterio decidió renunciar igualmente a su memoria de diputada, afirmando que la política fue un “acto de servicio” que asumió sacrificando tiempo con su grupo. Ahora, regresa a su trabajo en el sector privado como arquitecta, agradeciendo a quienes confiaron en ella y en Vox desde sus inicios.