Las exportaciones mantienen el crecimiento de la economía gallega


La posesiones gallego registró un crecimiento de su actividad económica del 0,5% durante el tercer trimestre del año respecto a los meses de abril a junio, un crecimiento moderado impulsado por la demanda externa -es afirmar, su capacidad de exportación- que suple el último rendimiento en otras áreas, como recoge el crónica de coyuntura socioeconómica presentado ayer por el Foro Crematístico de Galicia.

Por lo tanto, el recuento del año sitúa el crecimiento anual del PIB gallego en un 2,5%. En los dos casos, por debajo de las estimaciones previstas en el conjunto de España. Concretamente, el crecimiento intertrimestral se sitúa tres décimas por debajo del estimado para el conjunto del Estado mientras que en términos anuales supone que la posesiones gallega crece seis décimas por debajo de la española.

No ocurre lo mismo en el conjunto de la Unión Europea, donde los crecimientos son más reducidos -0,2% interanual en el tercer trimestre y un 0,8% anual- correcto, en gran parte, por la caída en el crecimiento de la posesiones alemana y sus principales socios comerciales. De hecho, el Ejecutor germánico prevé cerrar el año con una disminución del 0,2% en su PIB -lo que supondría dos primaveras consecutivos de recesión- mientras que Francia prevé un incremento del 1%, Portugal del 1,5% e Italia del 0,9%.

En el caso de Galicia, las exportaciones supusieron el principal motor crematístico, con un aumento del 6% respecto al año mencionado frente al 2,1% de las importaciones, que aportó 2,4 puntos al crecimiento auxiliar del PIB. Sin confiscación, la demanda interna -consumo de los hogares, compra del gobierno e inversión- muestra una cara menos halagüeña de la posesiones gallega, con una tributo al PIB de escasamente una décima, la guarismo más disminución desde la reactivación tras la pandemia en 2021. Esto se debe a una fruncimiento del 0,9% del compra de las familias y a la caída de dos décimas en la inversión.

Un escena opuesto al que presenta el conjunto de la posesiones española, donde la demanda interna supone una tributo al PIB de 2,4 puntos mientras que la demanda externa solo añade siete décimas al conjunto de la actividad económica. Al comparar el comportamiento de la posesiones desde la oferta, Galicia siquiera sale aceptablemente parada respecto al conjunto de España. Así lo indica su fruncimiento del 2% en el sector primario y del 1,3% en la industria manufacturera -mientras que la industria en caudillo aumenta- por su disminución productividad frente al crecimiento de estos sectores en el conjunto del Estado. Siquiera en el sector servicios, con un crecimiento del valía añadido del 2,4% frente al 3,7% registrado en España.

«Sombras» en el empleo

Aunque el crónica del Foro Crematístico de Galicia señala que el mercado sindical de la Comunidad presenta un «recuento universal positivo», además reconoce «importantes sombras» en los indicadores analizados, especialmente en la población ocupada, que se incrementó escasamente tres décimas frente al 2,5% registrado el año mencionado.

De hecho, el crónica destaca «problemas estructurales en el mercado de trabajo» gallego, que la sitúan entre las comunidades autónomas con menores tasas de ocupación y actividad, así como un último dinamismo en la creación de empleo al compararlas a las del conjunto del Estado.

«A pesar del incremento del PIB gallego en un 2,5%, un punto superior a las estimaciones del año mencionado, tres de los cuatro indicadores de la ocupación presentan tasas de crecimiento notablemente inferiores a las del año interior», recoge el crónica, que destaca además como la ocupación solo aumenta en hombres mientras que desciende en el caso de las mujeres.

Por otra parte, las afiliaciones a la Seguridad Social presentaron un mejor comportamiento, con un crecimiento del 1,8%, una décima más que en 2023. Asimismo, los datos de la Investigación de Población Activa (EPA) reflejan que, a pesar de la ralentización en el crecimiento de la población activa, se mantiene la tendencia creciente de los últimos primaveras, -un crecimiento del 0,5% que contrasta con el 1,5% del conjunto de España-. Respecto al desempleo, los datos de la EPA muestran un incremento de la población parada en Galicia durante el extremo trimestre (2,2%).

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