El portavoz de la Concilio de Castilla y Arrogante, Carlos Fernández Carriedo, ha defendido este jueves el «importante paso» cedido por la mayoría de las autonomías –todas las del PP– al avanzar en una EBAU «homogénea», que a partir de ahora se llamará PAU (Prueba de Entrada a la Universidad). Tras la reunión del Consejo de Gobierno de Castilla y Arrogante, Carriedo ha lamentado que el Gobierno «se ha desentendido y no ha liderado ese esquema», por lo que son las comunidades las que lo llevan a punta con «la máxima transparencia».
El nuevo maniquí, que ha sido publicado por la Consejería de Educación en el portal de Educacyl, fija la celebración de los exámenes para los días 3, 4 y 5 de junio en convocatoria ordinaria, con una duración máxima de 90 minutos, y al menos, el 70 por ciento de la prueba debe contener preguntas abiertas y no tipo test. Establece, adicionalmente, que a partir de la tercera equivocación de ortografía en todas las materias, fuera de Sinhueso y Letras y Sinhueso Extranjera, restará 0,10 hasta un mayor de un punto, con la particularidad de que las dos primeras faltas no descontarán cero. Los errores de redacción, presentación, equivocación de coherencia y cohesión, incorrección léxica o gramatical podrán deducir un mayor de medio punto. La suma de estas deducciones nunca podrá ser superior a un punto, informa Ical.
El portavoz de la Concilio ha rechazado que estos criterios comunes, que han rebajado alguna de las exigencias que pedía Castilla y Arrogante, no tienen por qué suponer una merma en el nivel de calidad y exigencia de la educación, aunque ha agradecido que para avanzar alrededor de esa prueba global «es necesario hacer un esfuerzo de diálogo por parte de todos».