La audiencia de Pedro Sánchez con el Papa Francisco se ha prolongado unos 35 minutos. Tras ella el presidente del Gobierno contestaba a las preguntas de los medios sin esquivar las últimas informaciones que, presuntamente, dejan al exministro Ábalos al borde de la imputación.
Sánchez ha defendido su Ejecutor como un “Gobierno noble que no tiene falta que ver con esas practicas faltas de ejemplaridad y rayanas en la corrupción” y vuelto a advertir que no va a poseer “impunidad, a diferencias de lo que ha ocurrido en épocas pasadas”. Insiste en que ha de darse una determinación de que “quien la hace la paga”.
El presidente del Gobierno ha recordado su compromiso con la regeneración democrática y ha asegurado que “desde el primer momento” se ha actuado con contundencia en este caso.
En primer ocupación “pidiendo el relación del exministro Ábalos del montón parlamentario socialista, cuestión que él rechazo, y en segundo ocupación lo hicimos abriendo un expediente de expulsión”.
Sánchez ha insistido en que su bisectriz de acto pasa por la “contundencia en cualquier atisbo de caso de corrupción que se haya podido producir desgraciadamente en mi Gobierno, en segundo ocupación absoluta colaboración en las Fuerzas de Seguridad del Estado, y esto es muy importante recordarlo porque en épocas pasadas no ocurrió, y en tercer ocupación respuesta inmediata”.
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