Dos agentes de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil, todos fuera de servicio, detuvieron a un hombre como presunto autor de una agresión sexual a una azafata en pleno vuelo de Madrid a Cancún. Al aterrizar, las tropas entregaron al pasajero a las autoridades mexicanas.
El detenido, un estadounidense de 41 años, presuntamente insultó y amenazó a otros pasajeros, agredió a uno de ellos con varios puñetazos y tocó a una azafata, informaron a Efe fuentes policiales.
Según uno de los testigos, tocó a uno de los tripulantes con una actitud que calificaría de “manoseo”, lo que podría constituir un delito de agresión sexual.
Además, el hombre estaba bebiendo una botella de whisky que había traído al avión y amenazaba con encerrarse en el baño y provocar un incendio o activar las alarmas de incendio con un encendedor.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de septiembre en un vuelo entre Madrid y Cancún operado por la compañía World2fly, parte de la compañía española Iberostar.
A mitad del viaje, cuando el avión cruzaba el Océano Atlántico y ante la situación de inseguridad que estaba provocando el pasajero, la tripulación solicitó que, si se encontraban miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, lo avisaran.
En el vuelo viajaban dos agentes de la Policía Nacional destinados en los cuarteles de Murcia y Aragón, y otros dos miembros de la Guardia Civil, destinados en Teruel y Santander, que no se conocían y se pusieron a disposición del comandante de la aeronave.
Según el relato de los hechos al que ha tenido acceso EFE, el piloto les informó que, tras activar el protocolo correspondiente a estas situaciones y ante el deseo de la compañía de presentar una denuncia contra el problemático pasajero, los cuatro agentes se convirtieron en la máxima autoridad de del avión y responsable de su seguridad.
El estadounidense, de aproximadamente 1,85 metros de altura y constitución fuerte, fue encontrado en la última fila de asientos del avión -lugar que luego descubrirían no era el suyo- exhalando humo de un cigarrillo electrónico hacia el resto de pasajeros.
Inmovilizado con bridas de plástico.
Al percatarse de la presencia policial, el detenido intentó darse a la fuga y forcejeó con los agentes, siendo finalmente sometido e inmovilizado con lazos plásticos.
Tras registrarlo, los agentes localizaron el encendedor en el bolsillo de una chaqueta, un destornillador afilado en su neceser y su pasaporte, lo que permitió identificarlo como ciudadano estadounidense nacido en 1982.
Los miembros de las fuerzas de seguridad custodiaron al hombre durante las cinco horas restantes del vuelo, durante las cuales continuó insultando al resto de pasajeros y a los propios agentes.
“No te vas a bajar del avión, yo me encargo de eso” o “cuando bajemos del avión te voy a cuidar a ti”, fueron algunas de las amenazas que profirió, según el mismo fuentes.
Una vez aterrizaron en Cancún, el hombre fue puesto a disposición de tres agentes de la Guardia Nacional Mexicana, quienes se hicieron cargo de su custodia.
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