Alrededor de las 15.30 horas, una patrulla observó un vehículo conducido por un joven que “no mostraba habilidad en la conducción”. Por ello, le ordenaron detener el vehículo y comprobaron que era menor de edad (13 años) y que, evidentemente, no tenía permiso de conducir. La adolescente estaba acompañada de su padre, quien le estaba dando prácticas para aprender a conducir.
El caso de la niña fue puesto en conocimiento de la Fiscalía de Menores y su padre fue imputado como “colaborador necesario” en la comisión de un posible delito contra la seguridad vial.
Seis casos similares en San Cibrao en los últimos meses
La Guardia Civil señala que en los últimos meses este tipo de comportamientos han sido habituales en la zona del Polígono. Indican que en los últimos meses se han detectado hasta seis casos similares.
Las sanciones a las que se enfrenta podrán ser prisión de tres a seis meses o multa de doce a veinticuatro meses o trabajo en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.