La Policía Municipal rescata a una anciana retenida por su hija entre palomas y basura en su piso de Madrid


Es casi indescriptible el horror que una mujer de 86 años ha tenido que vivir durante meses en un piso de Arganzuela donde reinaban las consecuencias del síndrome de Diógenes de su hija. Los policías municipales que, tras semanas de investigación, lograron rescatar a esta mujer no podían creer lo que presenciaron cuando lograron entrar por la fuerza en su casa.

La víctima discapacitada pasó horas sentada en una silla, sin poder levantarse, rodeada de todo tipo de porquería, incluidas palomas enfermas.

Fue el aviso de la residencia donde vivía desde hacía un tiempo la anciana, Orpea El Escorial, el que alertó a los agentes de que algo estaba pasando. Ocurrió a finales de mayo pasado. Los responsables de la residencia informaron a la Policía Municipal de Madrid que la hija del usuario se la había llevado (incluso pueden hacerlo durante varios días, con un máximo de un año) pero no la había traído de vuelta. Además, ya tenían algunas cuotas mensuales impagas.

El caso pasó a manos de la Comisaría de Apoyo a la Mujer, Mayores y Menores, que atiende estos asuntos, entre otros. Los agentes comenzaron a realizar indagaciones: encontraron el domicilio familiar, hablaron con los vecinos, con el entorno más cercano de madre e hija, e incluso acudieron al domicilio, situado en la calle Batalla del Salado, en el barrio de Delicias.

Sin embargo, cuando llegaron allí, la mujer de 44 años se negó a abrir la puerta. Ella sólo les dijo que la anciana estaba bien, pero la realidad era muy distinta. Y el trabajo policial consistió en eso, en obtener pruebas de que el estado de su madre no era el más ideal. No se equivocaron.

Restos acumulados de comida podrida en la cocina

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Hubo que derribar la puerta

Los vecinos que entrevistaron afirmaron que la hija debía tener síndrome de Diógenes o algo similar, ya que el olor que salía del departamento era terrible. Es más, se habían quejado en varias ocasiones de que la ahora investigada alimentaba a las palomas desde la ventana de su casa, de modo que estas aves, que son capaces de transmitir enfermedades de distintos tipos, prácticamente anidaban allí todos los días.

Por otro lado, los funcionarios municipales se reunieron con el médico de familia de la víctima, quien les dijo en julio que madre e hija habían acudido a la consulta, lo que reveló que la mujer aún estaba viva. A finales de ese mes se informó al Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid y las investigaciones continuaron.

Luego de recabar estos elementos de prueba, enviaron un escrito al Decanato y obtuvieron la orden correspondiente para ingresar al domicilio. Cuando los agentes de policía regresaron con ella el 27 de septiembre, su hija una vez más se negó a abrirles la puerta. Así que tuvieron que recurrir a los Bomberos del Ayuntamiento, que tuvieron que derribar la puerta. Al entrar, lo primero que vio la policía fue a su hija y, con ella, a su novio de 49 años. Por todos lados, basura, basura y más basura.

Cuando se reunieron con la pareja, ambos mantuvieron una “conversación totalmente incoherente”, dijeron a torrevieja news today fuentes del caso. En otra habitación estaba la mujer que buscaban: “Tenía muy mala higiene, estaba muy débil, desorientada y en una silla de la que no podía levantarse. Además, el resto de la casa también estaba llena de enseres desechados, más basura, así como restos de comida que desprendían un hedor insoportable”, añaden las mismas fuentes. Todo ello es compatible con el síndrome de Diógenes. Para colmo, encontraron cinco palomas bravías en varias jaulas, »que también se encontraban en condiciones deplorables«.

Los Bomberos y la Policía Municipal, al momento de ingresar al departamento

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La mujer mayor fue trasladada por Samur a la Fundación Jiménez Díaz, donde le realizaron una evaluación inicial y le dieron el alta. Su Samur Social solicitó para ella una plaza de alojamiento de urgencia a la Comunidad de Madrid, que le ha concedido una temporal en una Residencia de Jubilación. Una patrulla medioambiental se hizo cargo de las palomas. La hija no fue detenida, pero está siendo investigada por los presuntos delitos de abandono por falta de cuidado de una persona mayor y maltrato animal.

Una de las hipótesis es que sacó a la anciana de la residencia para quedarse con el dinero de la pensión. El juzgado 65 de Madrid ha abierto una causa por la posible incapacitación de la acusada para que no gestione el dinero de su madre, sino una administradora.

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