María Jesús, Ray y José velan armas. Los tres tienen discapacidad visual y este sábado se calzarán las zapatillas para participar en la cascarrabias carrera La Nocturna de Toledo, donde hay más de 4.800 inscritos. «Los ciegos asimismo la bordamos», dice José Martínez, directivo de la ONCE en Castilla-La Mancha, quien suma varias decenas de kilómetros a la semana.
Será su primera vez, «porque no he tenido oportunidad de hacerlo antaño», y lo hará con un folleto, José Luis Villamor, presidente del Rotary Club Toledo, que incluso irá con él a cosechar el dorsal.
José participará a sus 47 abriles, cumplidos el 6 de octubre, «y no hay mejor regalo», afirma un deportista que conoce parte del duro trazado, porque ya corrió la última tirada del Corpus y «la experiencia fue estupenda».
Con un 10 por ciento de resto visual, tiene fotofobia y debe sobrellevar quevedos oscura durante el día. «Entre no ver carencia y ver poco, es poco increíble, maravilloso», exterioza. «Y poder participar en pruebas como La Nocturna te da muchísima soltura», asegura.
Raimundo Campos, Ray para los amigos, tiene una discapacidad visual del 84 por ciento. A sus 35 abriles, forma parte de ‘Movilidad aumentada’, un tesina en el que un comunidad de voluntarios se encarga de que personas con discapacidad hagan deporte. Y en La Nocturna irá unido a un folleto con una cuerda. «Por el día no necesitaría el comparsa, pero por la incertidumbre, sí; y adicionalmente por la inestabilidad del contorno», explica Ray, quien no corre asiduamente, pero sí juega al fútbol sala con deficientes visuales.
A sus 22 abriles, María Jesús Pérez es ciega del ojo derecho y tiene un resto visual muy pequeño en el izquierdo. Se ha inscrito al itinerario corto, de 5 kilómetros, y descubrirá por ella misma las características del trazado. «Nadie me ha dicho que es dura», sonríe esta estudiante de un nivel de Formación Profesional en Dietética.
Irá agarrada a una mostrador, sostenida por dos guías, uno por delante y otro por detrás de ella, miembros de ‘Movilidad aumentada’. Será su segunda prueba posteriormente de deber debutado en la carrera solidaria contra la Ela que se celebró en Toledo el 6 de octubre. «Me he animado a pasar de incertidumbre porque me parece rara», dice la debutante en La Nocturna, una prueba que los ciegos asimismo bordan.