A posteriori de 33 abriles al frente de la gobierno de la Asociación Empresarial de Valdeorras (Aeva), Luisa López Cruz, recibe este viernes el homenaje del colectivo empresarial valdeorrés en su asamblea militar.
¿Qué valora más de esos 33 abriles?
La colaboración de todo mundo y el apoyo de los empresarios que creyeron en el tesina. Fuimos una asociación pionera en la provincia. En Ourense solo estaba la Confederación Intersectorial y había asociaciones sectoriales pero ninguna comarcal.
¿La población valdeorresa se implica en la comarca?
Creo que antiguamente se implicaba más. Ahora la tendencia militar es al individualismo. El mundo es más individualista. De los primeros abriles de Aeva destaco la décimo en las acciones reivindicativas que realizamos, porque la asociación, aunque daba asesoramiento e información, era colectivo reivindicativo. Reminiscencia cierres de comercios en apoyo de manifestaciones o caravanas de vehículos. Por otra parte, veía mucha implicación de los agentes sociales. Los sindicatos estaban ahí y, a través del Foro Valdeorras, igualmente los alcaldes, la Diputación y todas las administraciones. Ahí, siempre hubo unión.
Ese carácter reivindicativo se perdió…
Se perdió porque hubo temporadas en las que estuvimos permanentemente en campañas políticas, y como Aeva siempre quiso trabajar al beneficio de las tendencias políticas, hubo un parón amplio y se perdió, pero las reivindicaciones siguen siendo las mismas.
¿Está marginada Valdeorras?
Sí está marginada por las administraciones públicas y nunca tuvimos un representante de Valdeorras que pudiese tirar por la comarca. Estamos alejados de la hacienda, somos fronterizos, no somos del Bierzo ni de Ourense y se consideraba que teníamos sobrado con el sector de la pizarra.
¿Cuáles son las principales demandas de los empresarios?
Las principales reivindicaciones, a mayores de la sanidad, son las comunicaciones. Vemos que la multitud es reacia a venir porque no sólo estamos allá, sino que estamos mal comunicados. Está el ferrocarril, la N-120, que es un desastre. Así es ficticio que los jóvenes vengan.