La confirmación de los días 31 de octubre y 4 de noviembre como fechas de la huelga de trabajadores municipales han derivado en un nuevo choque entre el regidor y la articulación de Personal. De nuevo a través de las redes sociales, Jácome tildaba de “jetas” a los trabajadores y aseguraba que “es una huelga de mala fe y con picaresca”, insinuando que la disyuntiva de los días tiene como único fin prorrogar el conocido como “puente de Todos los Santos”, perdiendo tan solo un día de salario en ocasión de dos, y poniendo en peligro la transigencia del cementerio municipal en fechas de parada número de visitas.
Una afirmación a la que los sindicatos han contestado con contundencia. El primero en tomar la palabra era el presidente de la articulación de personal, Javier Nóvoa, quien recordaba “el trato vejatorio y discriminatorio del corregidor, los casos de acoso, más de un millón de euros que se adeuda en horas extra a los empleados, el caso omiso del regidor a aplicar las sentencias que le obligan a incluir los pluses en el complemento específico, así como al proceso de estabilización de personal eventual”.
Por su parte, desde Comisiones Obreras se tildaba a Jácome de “un neno pequeno que quería ser funcionario e nunca puido ser”, recordando que la convocatoria se debe “ó enfado xeral dos traballadores”, y que al regidor le preocupa un cerradura municipal de cuatro días.