Quedan menos de tres semanas para que los ciudadanos estadounidenses ejerzan su derecho a voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos programadas para el próximo martes 5 de noviembre. Las encuestas reflejan una ligera preeminencia para Kamala Harris, la candidata demócrata y coetáneo vicepresidenta, sobre su rival republicano y expresidente, Donald Trump. Aunque, sugieren dudas sobre si esta preeminencia será suficiente para afianzar los estados secreto necesarios para conquistar la Casa Blanca.
Según el promedio de encuestas publicado el 10 de octubre por FiveThirtyEight, que agrega las principales encuestas electorales estadounidenses y combina distintos sondeos y les asigna un peso basado en factores como la aniversario, el tamaño de la muestra, la metodología, la transparencia y el sesgo de cada casa encuestadora, Harris lidera a nivel franquista, con una probabilidad del 54% de aventajar la mayoría de votos. Sin confiscación, la media realizada por el New York Times, a día 16 de octubre, la sitúa con un 50% de intención de voto frente al 47% de Trump.
El voto latino
Desde que Joe Biden se retiró de la carrera electoral, la demócrata ha experimentado un aumento de cuatro puntos en las encuestas, mientras que el republicano ha subido dos puntos. Sin confiscación, el voto latino y el de los hombres afroamericanos podría desempeñar un papel central en las elecciones. Los dos grupos han influido en anteriores elecciones y podrían inclinar la báscula a atención de Harris si logra movilizarlos.
En la comunidad hispana, aproximadamente 6 de cada 10 mujeres tienen una opinión benévolo respecto a la demócrata, en comparación con los hombres donde el 45% piensa que no sería una buena presidenta.
Harris está enfocando su campaña en comprender estos votos mediante mensajes y eventos como ‘Hombres con Harris‘, lanzazo por el candidato demócrata a la vicepresidencia, Tim Walz, con el propósito de conseguir “formas innovadoras de datar a ellos”, para así afianzar el voto, explica Fraude Casado, directora de Medios Hispanos de la campaña Harris-Walz .
Trump fortalece su posición
Por su parte, Trump está consolidando su posición en tres estados secreto del Sun Belt: Arizona, Georgia y Carolina del Septentrión. En Arizona, ha acabado revertir la preeminencia que Biden obtuvo en 2020 cuando ganó el estado con un prieto beneficio. Ahora, parece que Harris enfrenta un desafío maduro para sostener el estado en la columna demócrata.
Todavía están puestos en el foco Georgia y Carolina del Septentrión . En 2020, Biden ganó Georgia con un resultado muy oportuno: 49.5% frente al 49.2% del republicano. Carolina del Septentrión, aunque históricamente republicano, se presenta como una batalla donde se desconoce quien ganará. En 2020, Trump ganó allí con el 50% de los votos frente al 48,7% de los demócratas. Sin confiscación, desde que Harris entró en la contienda electoral, se ha convertido en un estado disputado.
Siete estados indecisos
El maniquí predictivo de FiveThirtyEight no solo toma en cuenta las encuestas sino todavía el voto histórico y datos económicos y sociales para afectar las probabilidades de vencimiento de cada candidato. Según este, la referéndum se decidirá en siete estados secreto que actualmente están indecisos: Arizona, Georgia, Carolina del Septentrión, Pensilvania, Wisconsin, Michigan y Cellisca.
Aunque el voto de Arizona, Georgia y Carolina del Septentrión es necesario para entreambos candidatos, aunque Harris podría aventajar sin ellos, pero sería un liza. Para Trump, afianzar Georgia y Carolina del Septentrión es esencial para su aspiración a la presidencia.
Pensilvania sigue siendo uno de los estados más importantes y podría tener la última palabra en estas elecciones. Actualmente, Harris lidera allí con una diferencia mínima de 0.7 puntos porcentuales. Este estado fue determinante para Biden en 2020 y podría serlo de nuevo para su coetáneo número dos.
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