¿Tenemos empatía o nos hemos convertido en una sociedad sin compasión? El debate sobre la forma de interpretar de la sociedad flagrante sale a menudo en nuestras conversaciones y con frecuencia escuchamos -casi siempre de las personas más mayores- que “los jóvenes y la sociedad de hoy en día no es como antiguamente“. Dicen que nos hemos convertido en una sociedad indiferente ¿Pero hasta qué punto es cierto esto ?
¿Ayudamos a un discapacitado?
Para averiguarlo sacamos el termómetro de la solidaridad a la calle. Nos vamos al centro de Madrid con José, una persona en apero de ruedas, y nos colocamos calibrado al flanco de las escaleras de entrada a una fase de medida que no tiene elevador. Unas 100 personas pasan a su flanco en unos diez minutos y sólo tres de ellas se paran para ayudar a nuestro habilidad. El resto o no le ven o pasan a su flanco sorteando la apero de ruedas con gran indiferencia.
La empatía en dirección a un desconocido
En la escalera solidaria, en principio, se supone que seríamos más solidarios con alguno que sufre una discapacidad frente a alguno que no la tiene pero queremos asimilar si esto es así. En esta ocasión decidimos ser nosotros mismos el arponcillo, cargados con una gran maleta nos ponemos al borde de unas escaleras del medida. ¿Ayudarías a descabalgar estas escaleras a una mujer desconocida? El resultado es sorprendente, de los dos barrios donde hemos ido en la renta, en total nos han ayudado nueve personas. La signo no es muy elevada pero pasión la atención que nos ayudan más que a una persona en apero de ruedas y sobre todo ayudan los hombres. Sólo dos mujeres se ofrecen a ayudarnos a cargar la maleta.
¿Cómo actuamos con una en estado de buena esperanza en apuros?
Para rizar el rizo decidimos convertirnos en una mujer en estado de buena esperanza y ver qué ocurre. Nos vamos a los mismos barrios del centro de Madrid, a la zona del Asiento de España y a la calle Orense, y esperamos a ver si con esa maleta a cuestas y una barriga muy evidente alguno nos ayuda. Aquí hay más solidaridad y más mujeres nos ayudan. En total merienda personas se paran a prestarnos su ayuda y de ellas cinco son mujeres. Es el resultado de este experiencia social que hemos realizado en “Espejo Conocido”. El resultado da para pelear cómo hemos cambiado y donde está nuestro termómetro de lasolidaridaden esta sociedad demasiado apresurada.
