El agente de la comisaría de San Blas, hoy, ya condecorado
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Diez meses de baja tras recibir un martillazo en la cabeza y sufrir una fractura de cráneo
Juan (nombre ficticio) lleva 13 años en el Cuerpo Nacional de Policía. Desde hace 10 meses está de baja por enfermedad. A pesar del duro capítulo que sufrió el 1 de diciembre de 2022, reconoce que su trabajo lo reconforta.
Ese día, junto a su compañero del Grupo de Atención Ciudadana (GAC), fue el primero en atender el llamado de una fundación de San Blas en el que fueron solicitados por la actitud violenta de uno de los jóvenes internos.
«El chico, de 22 años, era muy agresivo. Arrojó todo tipo de herramientas al personal, desde radiales hasta martillos. Llegamos mi pareja y yo y él también lo hizo con nosotros. Nos refugiamos detrás de unas esteras y él vino con cacerolas vecinales y nos las tiró a la cabeza”, explica este agente, que ha sido galardonado hoy con la medalla al mérito policial con distintivo rojo por esta acción.
Con semejante panorama, “había que reducirlo”. Pero casi le cuesta la vida: “Salí a por él, caí frente a él y me golpeó en la cabeza con un martillo. Sus compañeros lo dominaron y lo sacaron de allí. Sufrió un colapso y fractura de cráneo”. Muy pronto, ya recuperado, espera incorporarse a su cargo.