La cariño del Valencia ha estallado. Un millar de personas han protestado durante en la incertidumbre de este lunes a las puertas de Mestalla, frente a la salida del palco VIP del estadio. Han cabreado contenedores y audaz piedras. Las autoridades tuvieron que instalar un cordón policial e incluso llegaron a cargar contra varios aficionados para controlar la situación.
Cerca de 2.000 valencianistas estuvieron concentrados durante vigésimo minutos tras el final del partido contra Las Palmas. Protestaban por “la tiranía de Lim”, el dueño del club. El hartazgo y enfado provocaron graves disturbios, que se han zanjado con al menos un detenido.
“Peter vete ya, Peter vete ya”. Esto es lo que gritaban frente a Mestalla. Una imagen cada vez más habitual en el estadio del Valencia. El equipo es el extremo en la clasificación de La Cinta con una única vencimiento en 10 partidos. La derrota de anoche parece suceder sido la poco que ha colmado el vaso de la cariño con la directiva y con su propietario, Peter Lim.
La tensión fue en aumento con aficionados más radicales. “No vais a salir”, decían algunos, dispuestos a cortar el paso a Peter Lim, y a quien hiciera yerro. Pero, pocos minutos luego, los agentes consiguieron dispersar a todos los aficionados, evitando disturbios más graves.
Los jugadores y el cuerpo técnico del Valencia pudieron salir del estadio una hora más tarde, sin indicio de violencia. Todo lo contrario, de hecho. Salieron entre aplausos y palabras de actitud de una cariño desesperada por la deriva del club y por la amenaza del descenso.
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