La Fiscalía del Tribunal Supremo ha decidido expedir a la Audiencia Doméstico la denuncia del patrón Álvaro Romillo, creador del denominado chiringuito financiero de criptomonedas Madeira Invest Club, sobre un cuota de 100.000 euros en cabreado al eurodiputado Luis ‘Alvise’ Pérez Fernández. Considera que su relato contiene hechos de «posible relevancia penal» pero entiende que habiendo en el Magistratura Central de Instrucción 4 ya una causa abierta por presunta estafa de ese mismo patrón, debe investigarse de forma conjunta. En caso de aflorar indicios contra el líder de Se Acabó la Fiesta, el asunto volvería al Supremo porque es aforado.
El decreto, notificado este martes, abre y archiva en el mismo acto las diligencias que había despejado la Fiscalía del Supremo tras aceptar derivado desde la Fiscalía Normal del Estado el escrito de ese patrón quien, adelantándose a las querellas que se iban a interponer en su contra por el cerrojo tosco del negocio, firmó una autodenuncia en la que se implicaba en un cuota que habría tenido por objeto financiar la campaña electoral de Alvise al Parlamento Europeo. Él reconocería posteriormente el cobro de ese plata, si adecuadamente lo achacó a un cuota por «servicios» sin relación.
Para la Fiscalía, «en la denuncia presentada se narran hechos con posible relevancia penal que derivan de su colaboración con las actividades desarrolladas por el Sr. Romillo a través de sus sociedades Madeira Club Invest y Sentinel y de la entrega de 100.000 euros en el contexto de una campaña electoral. Pero estos mismos hechos forman parte de una de las denuncias (ampliación de denuncia) presentada en presencia de la Audiencia Doméstico y ya están siendo conocidos por el Magistratura Central de Instrucción número 4».
Se negociación en concreto de la denuncia de una de las plataformas de afectados que, a diferencia de las otras dos admitidas a trámite, señalaba a Alvise Pérez como supuesto responsable de la estafa en calidad de cooperador en tanto que había publicitado a Madeira Invest Club contribuyendo así a que captase más inversores. Pedía al sentenciador a cargo del caso, José Luis Calama, que enviase toda la causa al Tribunal Supremo, pero el instructor decidió dejar a un flanco este asunto de momento porque entendía que la solicitud era prematura.
Así las cosas, estando Alvise señalado por uno de los querellantes y existiendo una causa abierta sobre Romillo, la Fiscalía del Supremo considera que es allí donde debe analizarse su relato porque, como dice la fuero, «cesará el Fiscal en sus diligencias tan pronto como tenga conocimiento de la existencia de un procedimiento procesal sobre los mismos hechos» y entiende que es lo que ocurre en este caso.