La pena incluye que Alberto envió el vídeo, en el que se ve a su padre manteniendo relaciones sexuales, a su hermano. Éste, que a su vez lo envió con un tío, ha sido condenado a dos años
La sentencia, emitida por el Juzgado Penal 1 de Cartagena el 24 de mayo de 2022 y ratificada el 8 de junio por el Audiencia Provincial de Murciarelata los hechos probados de la siguiente manera: “(Alberto) siguió a su padre hasta una zona apartada, remota y solitaria de La Llana, ubicada en San Pedro del Pinatar, y con la intención de violar su privacidad, grabó con su teléfono móvil (cómo) mantuvo relaciones sexuales con otro hombre para revelar su orientación sexual. Posteriormente, mostró estas imágenes a su hermano y envió el vídeo a su hermano, quien, conociendo las circunstancias en las que había sido obtenido, se lo reenvió a su tío a través de la aplicación WhatsApp para que conociera su identidad. orientación sexual”.
“La sentencia dice que lo seguí para grabarlo intencionadamente y eso es mentira”, comienza a desmentir la resolución Alberto, que quiere dar por primera vez su versión de lo ocurrido allí.2 de septiembre de 2017, hace seis años. “Era sábado. Fui a la playa por la mañana, aproximadamente a las doce ya estaba allí. (Las cámaras del club náutico, donde aparqué, podrían haber confirmado este punto, afirma). una playa gay y voy a esa playa por mi condición sexual, porque soy gay también. Recuerdo que estaba leyendo un libro y comiendo un durazno, tumbado al sol, y vi venir a tres personas, pero estaban lejos y no pude identificarlas. Estaban en el otro extremo. Entonces se me acercó uno de ellos, una persona mayor. Y empezó a coquetear conmigo, a tirarme cosas. Lo agarré y me levanté para alejarme. Estaba caminando por la orilla y, al pasar frente a ellos, Me di cuenta que uno era mi padre. Cuando estaba desnuda, me avergonzó y volví a donde estaba para ponerme el traje de baño. Entonces vi a dos de ellos (su padre y otro hombre) en un matorral de la orilla; Los vi abrazándose e inclinándose. ‘Vaya, qué extraño. Voy a ver qué está pasando.’ Y lo que pasaba es que mi padre estaba teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Vio que lo estaba grabando pero, como no llevaba gafas, no me identificó. No le importaba si lo grababa. Cuando hablé y dije ‘¡sinvergüenza!’ “Reconoció mi voz y se escapó”.
Alberto destaca su condición de homosexual porque, de la lectura de la sentencia, que no dice que sea gay, cree que se puede interpretar que tiene tendencias homofóbicas. También destaca que es homosexual porque, el motivo principal por el que grabó a su padre es, afirma, el rechazo que recibí de de él cuando, a los 16 años -ahora ronda los 30-, salió del armario. “Me dio una paliza, pisándome la cabeza sin más. Un día me sacó de la cama, con mi hermano en la cama a mi lado, y pisó mi cabeza. Se volvió loco: ‘¡Maricón, maricón, te acuestas tosiendo en los coches!'”, cuenta. “Mi intención al grabarlo era mostrárselo a mi hermano y a mi madre: ‘Mira, con los golpes que me golpeó y lo que estaba haciendo. haciendo'”, añade.
Alberto también cuestiona si lo que hizo puede considerarse un delito de revelación de secretos, ya que en la familia, asegura, ya sabían de la homosexualidad de su padre y no ha mostrado ni enviado el vídeo a nadie más. “¿Qué revelación secreta hago si su propio hermano (el tío que recibió el vídeo) en el juzgado reconoce que cuando mis padres se separaron lo hicieron por su orientación sexual? Todo el mundo lo sabía”. Este es uno de los argumentos que esgrimió Alberto en su recurso de apelación a la primera sentencia ante la Audiencia Provincial de Murcia, que la desestimó. “La persona ofendida”, se lee en la resolución, “durante toda su vida ha intentado ocultar dicha identidad precisamente a la familia.”
También niega que haya invadido la intimidad de su padre, como sostiene la resolución, porque la grabación se realizó en un lugar público. “No lo sabía que no pude grabar en una playa publica, es que me quedo… Tu privacidad. ¿Pero qué intimidad si estás teniendo sexo en medio de una playa? ¿Qué tan escondidas, incluso ocho habitaciones? “Llevo a cualquiera al lugar y les pido que me digan lo escondido que está”, dice con evidente enfado. “Incluso cuando es de día, mantiene relaciones sexuales escondiéndose detrás de unos arbustos en una zona apartada con la clara intención de evitar ser visto”, señala la sentencia. .
Para contextualizar el enfrentamiento entre padre e hijo, hay que agregar que la relación entre los dos está rota durante años. Mantuvieron contacto durante un tiempo después del divorcio, pero se rompió definitivamente cuando el padre heredó la casa donde vivían Alberto, su madre y una de sus hermanas y los echó. “A mi madre y a mi hermana les dio dos meses y tres días”, dice.
-¿Tu padre es consciente de que irá a prisión? -le preguntamos.
-Por supuesto que está consciente. Cuando se separó y se acabó todo el revuelo, me dijo, literalmente: “No voy a parar hasta verte tras las rejas”. Ella nunca ha podido verme. La relación que he tenido con él desde pequeña ha sido nula. Él siempre me ha odiado.
-¿No intentaste hablar con él para que retirara la denuncia?
-Antes de entrar al juicio, los abogados, el de mi hermano y el mío, nos dijeron: “¿Y si le pedís perdón y nos olvidamos de esto?”. Intentamos llegar a un acuerdo y él dijo que bajo ninguna circunstancia. Quiere verme en prisión. ¿No debería haberlo grabado y pasárselo a mi hermano? Bueno, sí. Pero que se pongan en mi situación, después de los golpes que me dio… Es que, como dice mi abogado, me están poniendo una pena como si hubiera ido a su casa, lo hubiera grabado en su habitación y lo hubiera publicado. . en las redes sociales.
Este periódico ha intentado sin éxito localizar al padre de Alberto para obtener su versión. El padre denunció a sus hijos pero dejó el peso de la acusación en la Fiscalía, por lo que no se presentó al proceso con un abogado que pudiera transmitir su postura.