José Luis Torró: Sánchez, nuestro maromero


En el programa Contraseña, transmitido el martes 3 de octubre, su conductor Roberto Leal preguntó a uno de sus concursantes: “Con la eme, un político astuto que varía de opinión o de partido según las circunstancias”. Óscar, un veterano ganador de concursos televisivos, que estaba en su turno, recurrió al eslogan de “pasapalabra” esperando tener el conocimiento y la certeza para responder correctamente. Cuando se le volvió a preguntar en la siguiente ronda, acertó y ofreció la respuesta correcta.

Cualquier otro español que no se hubiera dejado sedar por la propaganda política, tan común y tan pertinaz como la que han promovido las agencias gubernamentales, a la que los palmeros de los medios del movimiento dan eco y cobertura, habría respondido sin dudarlo. : «Sánchez».

Una respuesta completamente correcta y de lo más coherente a la vista de los cambios de opinión, con sus mentiras descaradas, mentiras evidentes y mentiras repetidas que el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez Pérez-Castejónnos imponían diariamente pero eso sería incorrecto para los propósitos del programa, dado que lo que se solicitaba era una palabra que comenzaba con eme.

«Maromero“, respondió Óscar Díaz con la seguridad que viene demostrando cada día en el popular programa de Antena 3. Una palabra de Maromero que nos llega desde América Latina, en una enriquecedora demostración de las aportaciones que nos llegan de los países a los que hablamos la lengua común a todos los españoles y que sus nativos la engrandecen con palabras que nos maravillan y sorprenden y la Real Academia de la Lengua la va incorporando para hacerla más precisa y preciosa.

Y que sólo la estúpida estupidez de algunos dirigentes políticos que la desprecian, aunque sin ella no habrían podido salir del caserío, de la palloza o del cortijo, lleva a casos tan ridículos como el uso de auriculares en el Congreso de los Diputados. , una más de las muchas demandas de la Minoría minoritaria puigdemónica que sólo un delincuente puede estar dispuesto a aceptar permanecer en el cargo.

Maromero es una palabra conocida en Bolivia, Chile, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Puerto Rico y República Dominicana, y así consta en el diccionario de la RAEfácil y rápido de utilizar a través de su sitio web.

Llegado el momento, los académicos bien podrían añadir a la definición, a modo de coletilla, una explicación que, incluso escapando de sus responsabilidades lingüísticas, nos ayudara a entender lo que nos está pasando a los españoles. Eso sufriendo como nosotros el caso más flagrante de un jefeLo cual es cada vez más cierto, tanto en su partido, al que tiene encadenado, como en un paisano que se deja sodomizar, el término maromero aún no es de uso común y sirve para exponerlo.

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